Rebeca se ha roto el brazo. Cuento para niños con una fractura de hueso

Este es un cuento corto dedicado a todos esos niños que se han roto un hueso. Son muchas las emociones que pueden sentir, igual que Rebeca, la protagonista del relato: tristeza, miedo, aburrimiento... Para acompañar y entretener a tu hijo cuando tiene una fractura, comparte el cuento infantil 'Rebeca se ha roto el brazo'. Hemos acompañado esta historia sobre las fracturas de los huesos con algunas actividades educativas para reforzar el aprendizaje.

Cuento corto para los niños que se han roto un hueso

Cuando Rebeca salió a jugar al parque con sus hermanos, no pensó ni por un segundo que pudiera acabar el día así. Subió en todos los columpios, jugó a la pelota, bajó por el tobogán varias veces y lo pasó muy bien.

- ¡Ya es hora de volver a casa! - dijo su madre a los tres niños.

Los tres hermanos acudieron a la llamada de su madre. Rebeca montó en su bicicleta y empezó a pedalear delante de todos.

- ¡¿Qué te ha pasado?! - gritó la madre, asustada, cuando vio a la niña en el suelo.

Corrió enseguida en su ayuda. Rebeca lloraba y no quería que nadie la tocara. Tenía sangre en el brazo y se quejaba dolorida.

En pocos segundos la ambulancia se presentó allí. Los curiosos se arremolinaron para ver lo que había sucedido, y sus hermanos miraban asustados. Dijeron que tenía el brazo roto y había que llevarla al hospital inmediatamente. Cuando se despertó estaba en la cama de un hospital. Su madre le acarició la cara y le dijo:

- Te has roto el cúbito, un hueso del brazo. Te han tenido que operar - dijo tocándose para señalarle dónde se encontraba el hueso -  ¿Te duele?

- Un poco - contestó Rebeca todavía atontada por la anestesia.

- Tendremos que estar aquí unos días y luego te mandarán a casa con la escayola.

Al día siguiente fueron sus dos hermanos a verla. En un momento que su padre salió al pasillo para hablar por teléfono, Julen, su hermano mayor, sacó a Bolita, su hámster, del bolsillo de su pantalón. Lo dejaron corretear unos minutos por el brazo de la niña y, de repente, Bolita se hizo pis dejando un reguero amarillo en la escayola. Los tres rieron divertidos.

La enfermera no vio al hámster por unos segundos:

- ¿Son tus hermanos? - preguntó distraída, sin fijarse en la escayola, mientras le ponía el termómetro.

A los pocos días, como le habían dicho, Rebeca volvió a casa escayolada. Como ya no le dolía empezó a sentirse la protagonista.

- Ha sido el brazo derecho - le contaba a su amiga - ¡Menos mal que soy zurda!

- Me he roto el cúbito. Es el hueso que está al lado del radio. El otro es el húmero - contaba aprendida la lección de los huesos del brazo.

Pronto comenzó a recibir visitas de sus amigos del colegio.

- ¿Me dejas hacerte un dibujo en la escayola? - dijo Carlos.

Al poco tiempo su escayola lucía con todas las firmas y coloridos dibujos de sus compañeros. Bolita volvió a hacerse pis, pero esta vez casi no se notó.

Rebeca se sintió muy importante esos días. Todo el mundo le preguntaba cómo se sentía, le prestaban ayuda, y eran amables con ella. Aunque lo pasó mal y tuvo que hacer rehabilitación, su brazo quedó bien.

Tuvo mucha suerte.

Unas actividades educativas a partir de este cuento infantil

No tenemos ninguna duda de que vais a disfrutar mucho leyendo este cuento en familia. ¿Por qué no aprovecháis para reforzar el aprendizaje y las habilidades que procura la lectura a través de unas divertidas actividades educativas? Aquí te sugerimos algunas, que puedes adaptar según los gustos y edad de tus hijos o hijas.

1. Preguntas de comprensión lectora
¡Abrimos ronda de preguntas! A continuación te dejamos algunas cuestiones para evaluar la comprensión lectora y la atención de los niños.

• ¿Cómo se llama la protagonista del cuento?
• ¿Por qué la tuvieron que operar?
• ¿Te acuerdas qué hueso se ha roto?
• ¿Sus amigos y hermanos dejaron que la niña estuviera sola mientras tuvo la fractura?

2. Las emociones del cuento
Los cuentos infantiles son un recurso genial para la educación emocional de nuestros hijos. No olvidemos que los niños no nacen sabiendo cuáles son sus emociones, cómo se llaman y cuándo se sienten. Es tarea de los padres procurarles estos aprendizajes desde la más tierna infancia.

Pero, ¿cómo podemos usar este cuento para hablar con los niños sobre las emociones? ¡Muy sencillo! Se trata de hacerle preguntas como:

• ¿Cómo crees que se sintió la madre y los hermanos de Rebeca cuando vieron que se había hecho mucho daño? ¿Sorprendidos? ¿Asustados?
• ¿Y Rebeca, qué emoción sintió en ese momento? ¿Miedo? ¿Tristeza?
• Y al final del cuento, ¿cómo se siente la niña al estar tan apoyada por su familia y amigos?
• ¿Cómo crees que te habrías sentido tú si hubieras sido Rebeca?

3. Buscamos en el diccionario
Uno de los primeros ejercicios que podemos hacer con los niños después de leer un cuento infantil es preguntarles qué palabras del texto no han entendido. Una buena práctica es buscar en el diccionario aquellas palabras que no han comprendido. Aunque los niños sean aún pequeños, les estaremos transmitiendo a los niños una importante lección: nunca te quedes con la duda, utiliza todas las herramientas a tu disposición para conocer y aprender.

Entre las palabras que los niños podrían no entender tenemos: anestesia, escayola...

4. Conocer los huesos del cuerpo humano
Este cuento corto habla de varios huesos del esqueleto humano, todos ellos referentes al brazo: el cúbito, el radio y el húmero. ¿Y si jugamos a aprender los nombres de otros huesos? Para ello, podemos coger la imagen de un esqueleto e ir nombrando los nombres de los huesos: rótula, fémur, cráneo, clavícula... Una vez que ya nos los sabemos, podemos escribirlos en distintos papeles. Por turnos, cogemos uno de esos papeles y debemos colocarlos con un trozo de cinta adhesiva en donde corresponda de nuestro dibujo del esqueleto.

Recursos para entretener a los niños con una fractura de huesos

Los niños se pueden aburrir mucho cuando se rompen un hueso, y es que hay muchas actividades y muchos juegos de los que ahora no pueden disfrutar. Dependiendo de dónde se hayan hecho daño, es posible, incluso que tengan que pasarse un tiempo en casa antes de volver al colegio, además de hacer ejercicios de rehabilitación.

Si este es el caso de tu hijo o hija, a continuación te proponemos algunas actividades, cuentos y más recursos para entretenerle sin que se haga daño o empeore la fractura.

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