Pinturas arcoíris hechas de hielo. Sorprendente experimento para niños
Esta actividad sensorial para niños de cualquier edad ayuda a mejorar su psicomotrocidad fina
- Cómo crear las pinturas arcoíris hechas de hielo con los niños
- ¿Qué beneficios aporta esta actividad a los niños?
Conocemos muchas técnicas de dibujo que podemos aplicar con los niños y las niñas desde la infancia (estampado, dactilopintura, soplado, manchado, clesografía, etc.) generando así su interés y gusto por el arte, pero ¿Cómo sería dibujar con pinturas arcoíris hechas de hielo? No te pierdas el experimento para niños más sorprendente, divertido y diferente... ¡usando hielo!
Esta actividad no tiene una edad predefinida, ya que todos los niños disfrutarán muchísimo pintando con hielo, un material que nunca habrán usado para sus dibujos. ¡Os va a encantar!
Cómo crear las pinturas arcoíris hechas de hielo con los niños
Materiales:
- Bandeja para hielo
- Agua
- Colorante alimenticio
- Cartulina o papel de acuarela
- Palillo de dientes
- Palos de madera (opcional)
- Pipetas (opcional)
Sigue estos sencillos seis pasos para llevar a cabo nuestra actividad de arcoíris.
1. Cogemos la bandeja para hielo y con la ayuda de una pipeta (si queremos que los niños y niñas nos ayuden en su preparación) introducimos agua en cada hueco. También podemos echar directamente el agua desde el grifo.
2. Vertemos una gota de colorante alimenticio en cada cavidad, si queremos más intensidad de color recomiendo verter 2 gotas y para las mezclas, lo mismo. Por ejemplo: para obtener el color naranja echamos 2 gotas de amarillo y otras 2 de rojo. Removemos bien con un palillo de dientes para que el color quede uniforme y se disuelva bien.
3. Colocamos los palos de madera, uno en cada cavidad, lógicamente no se sostendrán por lo que los dejaremos apoyados sobre la bandeja de hielo y quedarán un poco torcidos, pero esto no supondrá ningún impedimento o dificultad para la actividad. De esta forma, los niños podrán agarrar los hielos de colores.
4. Dejamos enfriar en el congelador durante una noche entera.
5. Sacamos del congelador y dejamos reposar para que se descongele un poco (solamente lo imprescindible para poder sacar los hielos de la bandeja usando los palos) así obtendremos más cantidad de color con el que poder dibujar.
6. Cuando se haya descongelado un poco ya podemos dibujar sobre una cartulina o papel de acuarela, que son materiales que empapan bien el color y no se rompen como es el caso de folios que absorbe todo el agua y el resultado no es el mismo. ¡Qué bonito os ha quedado el arcoíris!
Algunos detalles a tener en cuenta:
El paso nº2 también lo podemos llevar a cabo echando el agua en vasos y ahí realizar la mezcla con el colorante, para posteriormente verterlo en la bandeja de hielo. Lo recomiendo si vais a realizar más actividades con agua y colorante, así ahorraréis en este último material.
El paso nº3 se puede omitir y dibujar cogiendo los cubitos de hielo con las manos, ¡pero cuidado! se derriten con rapidez.
¿Qué beneficios aporta esta actividad a los niños?
Esta actividad tan sencilla contiene muchos aspectos importantes para los más pequeños.
- Alto contenido sensorial
Desarrollamos y potenciamos los sentidos de la vista y el tacto. Es una actividad muy visual gracias a sus diversos colores, y el efecto que se produce cuando se pinta con ellos. En cuanto al tacto es una sensación nueva para ellos, van a dibujar con algo frío y resbaladizo (en el caso de que pinten con las manos).
- Desarrollar la psicomotricidad fina
Trabajando la coordinación óculo-manual, la fuerza, y un correcto uso de la mano.
- Resolución de conflictos
Al comenzar a pintar con el hielo, el niño se dará cuenta de que se derrite, por lo que tendrá que ingeniárselas para pintar con la velocidad suficiente para que le dé tiempo a terminar su dibujo así como que si pinta mucho sobre una misma zona puede acabar rompiendo el soporte.
- Beneficios educativos
Puede ser una actividad de aprendizaje o repaso de colores, así como aprender a realizar mezclas. Podemos explicar de una forma real conceptos como frío, húmedo, resbaladizo, etc. y compararlo con sus contrarios.
Os aconsejo que si vais a realizar esta actividad con niños y niñas menores de 4 años que utilicéis los colorantes alimenticios para darle color a los cubitos de hielo (como en mi caso) ya que los pequeños de esta edad tienden a meterse las cosas en la boca, de esta forma estaréis mucho más tranquilos. Si tus hijos o alumnos son más mayores, podéis utilizar pintura.
Os animo a realizar esta actividad en cualquier momento del año. ¡Los peques y no tan peques lo pasaréis genial!
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