El angelito - Poema corto para afrontar el duelo por un hijo fallecido

Con 'El angelito', un poema corto para afrontar el duelo por un hijo fallecido hablamos del dolor que supone para los padres la pérdida de su pequeño. En esas líneas de poesía tratamos de confortar un poco el duelo que supone una pérdida tan grande. Muchos psicólogos dicen que ni siquiera existe nombre para ello: cuando perdemos a nuestros padres somos huérfanos, al esposo o esposa, viudos, pero para quien pierde un hijo no hay nombre.

Poema corto para afrontar el duelo por un hijo fallecido - El angelito

A continuación te dejamos este bello poema y posteriormente unos tips para afrontar la pérdida de un hijo, cómo actuar ante esa situación y cómo buscar ayuda. Es importante recalcar que la ayuda de un profesional es esencial, visitar a un tanatólogo ayudará muchísimo a transitar el duelo. La pérdida de un hijo a la edad que sea debe estar acompañada por profesionales en la salud mental.

Está mirando a sus padres
el pequeño desde el cielo,
se acuerdan, se acuerdan de él
y en nada encuentran consuelo.

No quiero que lloréis más
no puedo veros así,
el angelito les dice,
aunque os acordéis de mí.

Me han recibido en el cielo
otros muchos angelitos.
¡Aquí me encuentro muy bien!
Cuenta a sus padres a gritos.

Sus voces han escuchado
y han dejado de llorar,
intentarán ser felices
para que no sufra más.

Vivirá en sus corazones
por siempre, siempre jamás
El angelito lo sabe.
Nunca de él se olvidarán.

Estará en aniversarios,
cuando nazca su hermanito.
Para toda su familia
será siempre el angelito.

¿Cómo pueden afrontar como padres la muerte de un hijo?

Cuando un hijo muere, a la edad que sea, los padres entran en un duelo que significa reponerse a distintas emociones, las cuales van de la tristeza y el dolor a la resignación, la cual no es fácil de alcanzar. Debemos decir que no hay una forma única de afrontar una situación como tal y es muy posible que muchos padres no puedan aceptarlo, especialmente las madres.

¿Por qué decimos que especialmente las madres? Porque el vínculo que se forma es tan especial desde el vientre materno que la pérdida es distinta para las mujeres que para los hombres, esto está ligado a la sensibilidad y a la expresión de emociones. Sin embargo, las mamás son las primeras que paradójicamente no buscan ayuda de un tanatólogo o profesional de la salud.

Es por eso que ellas son las primeras que deben cuidar su salud mental y a quienes se debe dar soporte emocional. Hay que comprender que una madre o un padre van a pasar por las distintas etapas del duelo. en mayor o menor medida, es más, hasta pueden oscilar entre una y otra cada cierto tiempo y eso tampoco está mal: la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación.

Cada que un padre atraviese por esta etapa lo mejor es la contención, no fingir que no sucedió o que no está pasando nada. Es de vital importancia tener un apoyo profesional, ya que muchas personas se pueden quedar estancada, por ejemplo, en la etapa de la negación y eso empieza a afectar su vida cotidiana. Acudir a terapia siempre será lo más recomendable.

Recomendaciones para lidiar con la muerte de un hijo, consejos para padres

¿Cómo se puede afrontar la muerte de un hijo entonces? Aquí unas recomendaciones:

• Evitar encerrarse en el dolor.
  No hablar de lo que pasó no aminorará el dolor, el cual puede desbordar a cualquier persona. En muchas ocasiones tienen más hijos y por ellos es que deben y quieren estar bien, sin embargo, pocas veces acuden a terapia. Por eso el primer paso es hablar con alguien sobre lo sucedido. Aislarse no trae nada bueno, es mejor hablar por lo menos con la pareja y, por supuesto, con un tanatólogo.
• Acercarse a grupos de apoyo.
  Hablar con personas que han pasado por lo mismo es una gran idea, ya que así verán que no son las únicas que están pasando por un dolor similar. También, en estos grupos dejan que la persona hable cuando así desee hacerlo, hay veces que solo van a escuchar y con los mismos testimonios se atreven a hacer lo mismo y buscar ayuda.
• Gestionar las emociones.
  Llorar y la negación es lo primero que se hace y es completamente normal, ya que es un duelo bastante fuerte, pero no reprimir esos sentimientos es lo mejor que se puede hacer. Habrá días buenos, días malos y días peores, aunado al sentimiento de culpa por no haber podido evitar la tragedia. Aceptar que es normal sentirse triste, con rabia y con dolor es parte del proceso.
• Un día a la vez.
  No forzarse a pensar que el duelo se termina en cierta cantidad de tiempo es lo mejor, hay personas que aceptan la pérdida en poco tiempo y hay quienes pasan años con el mismo dolor. Recuerda que el dolor no es medible, es decir, no podemos determinar si a alguien le duele más o menos, simplemente cada uno lo vive de distinta forma.
• Recuerda sin dolor.
  Pasado cierto tiempo hay personas que se dan la oportunidad de recoger las cosas de su hijo, de ir a los mismos sitios y de honrar su memoria, pero otras tantas se sienten culpables hasta de casarse de nuevo o de tener otro hijo. Sin embargo, buscar consuelo en algo que distraiga es la opción, quizá meditar, hacer yoga o hasta la religión son alternativas. En cualquier caso, recordar al hijo fallecido será una tarea que poco a poco se podrá hacer.
• Afrontar y no forzar.
  Alejar pensamientos como 'No lo superaré nunca' están prohibidas. Se aprende a vivir con el duelo y poco a poco la normalidad regresa, aunque tampoco hay que forzarlo. Superar una pérdida requiere tiempo,  tanto tu mente como tu cuerpo necesitan recomponerse. Afrontar la pérdida es algo muy personal y hay repercusiones mentales y físicas, por ello es fundamental buscar ayuda profesional en este punto.

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