Las malas contestaciones - Poema corto acerca de los niños respondones

Te presentamos Las malas contestaciones, un poema corto acerca de los niños respondones, con el que podrás comprender que esta actitud que a veces tiene tu hijo puede deberse a varios factores y no siempre es porque sea un mal niño o tenga mal carácter. Marisa Alonso, con esta poesía breve, nos invita a reflexionar y a darle la oportunidad a estos pequeños para saber el porqué son así de contestones, además de utilizar el refuerzo positivo como alternativa.

Poema corto que habla de los niños respondones - Las malas contestaciones

A veces, para poder entender a los pequeños hace falta un poema corto que nos haga comprender mejor la actitud de los niños, aquí te dejamos este:

Las malas contestaciones

Las malas contestaciones
nunca dejarás pasar.
Los niños más respondones
algo quieren demostrar.

¡No es ataque personal!
Que ya son independientes,
que quieren más libertad,
que tienen ideas propias
y buscan su identidad

Las causas de sus enfados
es mejor investigar.
Sentimientos y emociones.
Enseñarles a expresar.

Las malas contestaciones
nunca deberás pasar,
pero debes tener calma,
¡dale la oportunidad!

Preguntas de comprensión lectora sobre el poema corto

Ahora prepárense para responder estas preguntas de comprensión lectora para entender mejor el poema:

1. ¿Qué demuestran los niños respondones con sus malas contestaciones?
2. ¿Cuál es la recomendación para los padres ante esto?
3. ¿Qué son las malas contestaciones de los niños, según el texto?
4. ¿Qué hay que hacer ante los enfados de los niños?
5. ¿Qué actitud se debe tener ante las malas contestaciones de los niños?
6. ¿Cómo hay que manejar las malas contestaciones de los niños?

Tomando en cuenta estas preguntas podemos asegurar que los niños necesitan saber qué se espera de ellos y cuál sería su comportamiento apropiado, así que es importante establecer reglas claras y consecuencias predecibles para ayudarles a entender lo que es aceptable. Anima a tu hijo a ponerse en el lugar de los demás, ya que la empatía puede ayudarle a entender cómo sus acciones afectan a los demás.

¿Por qué los niños suelen ser mandones o contestones?

Los niños son mandones o contestones por varias razones, relacionadas con su crecimiento y desarrollo. Para empezar están constantemente aprendiendo sobre el entorno y explorando los límites de lo que es aceptable. Esto se traduce en comportamientos mandones o contestones, donde prueban la paciencia de los adultos y aprenden que así se puede controlar su entorno.

Además, también pueden ser contestones como una forma de expresar su independencia, ya que a medida que crecen, buscan maneras de afirmar su autonomía y controlar su propio mundo. Hay veces que se presentan comportamientos desafiantes, precisamente como responder mal a los adultos o insistir en hacer las cosas a su manera.

El estrés o la frustración también juegan un papel importante a la hora en que se presentan estos comportamientos mandones en los niños. Por ejemplo, si se enfrentan a una situación que les resulta muy difícil de controlar o desafiante, pueden reaccionar siendo mandones o respondones como una manera de recuperar un sentido de control.

Finalmente los niños a veces pueden ser respondones para llamar la atención: si sienten que no les están haciendo suficiente caso, recurren a comportamientos desafiantes para lograr que sus padres o los adultos a su alrededor se centren en ellos. Entender estos comportamientos es el primer paso para abordarlos de manera efectiva y ayudar a los niños a que se expresen de mejor manera.

El refuerzo positivo: así ayuda con las malas contestaciones de los niños

El refuerzo positivo es una técnica bastante efectiva para ayudar a los niños a controlar sus malas contestaciones, sin embargo, controlar el carácter de los niños y enseñarles a no ser contestones es un proceso que requiere paciencia, comprensión y coherencia. Aquí algunos consejos para aplicar esta técnica:

• Identifica los comportamientos deseables. Debes identificar el comportamiento que quieres reforzar, en este caso, que tu hijo controle sus malas contestaciones. Hay que hacer énfasis en ello.
• Establece expectativas claras. Asegúrate de que tu pequeño entienda lo que se espera de él y cuál es la conducta apropiada que debe tener. Explícale que las malas contestaciones son inaceptables.
• Practica técnicas de calma. Enséñale algunas técnicas de relajación, como la respiración profunda o la visualización. También la meditación puede ser de gran ayuda.
• Recompensa el buen comportamiento. Si observas que tu hijo se está comportando de manera adecuada, reconócelo y recompénsalo. Puede ser una recompensa de manera verbal o con un pequeño regalo.
• Sé muy consistente. La consistencia es base en el refuerzo positivo, si solo aplicas la técnica de vez en cuando, el mensaje no será tan claro para el niño.
• Ignora las malas contestaciones. Como suelen ser una forma de llamar la atención, si no les prestas atención y refuerzas los positivos, tu hijo aprenderá qué comportamiento tiene una respuesta mejor.

Debes saber que el refuerzo positivo requiere tiempo y paciencia, pero con consistencia, puede ser una herramienta muy efectiva para moldear el comportamiento de los niños, aunque cada pequeño es diferente y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro.

Puedes leer más artículos similares a Las malas contestaciones - Poema corto acerca de los niños respondones, en la categoría de Poesías en Guiainfantil.com.