Mi rutina. Poemas cortos para crear buenos hábitos en los niños

Las rutinas y los hábitos ayudan a los niños en su día a día, pues les aportan seguridad y nos ayudan a organizarnos; pero también sientan las bases para el futuro de nuestros hijos. Se pueden ir estableciendo desde la más tierna infancia y, para crear buenos hábitos en los niños contamos con herramientas muy variadas: desde tablas de rutinas hasta poemas cortos como el que te proponemos a continuación.

Además de esta poesía, al final de este artículo te proponemos más cuentos y poemas sobre el mismo tema y te damos algunos consejos para enseñar a tus hijos a tener buenas rutinas.

Poema corto para niños de los hábitos diarios - Mi rutina

Cuando abro los ojos
salto de la cama,
después desayuno
aún en pijama.

Me lavo, me peino,
me miro al espejo.
¡Hoy estás muy guapo!,
grito a mi reflejo.

Me voy al colegio
veo a mis amigos
y aprendo muy rápido.
¡Es muy divertido!

Cuando llego a casa
Ana está llorando.
Mi hermana pequeña
siempre está mamando.

Después de comer
un rato reposo
en mi habitación
con mi oso Peposo.

Luego salgo al parque,
vuelvo a merendar,
hago las tareas,
me voy a bañar.

Juego con mi hermana
antes de cenar,
le doy muchos besos
me voy a acostar.

Me cuentan un cuento,
después hago pis,
abrazo a Peposo
y voy a dormir.

Actividades para niños sobre la poesía infantil

A partir de los poemas cortos podemos proponer distintas actividades educativas que profundicen en habilidades como la comprensión lectora o la creatividad. A continuación te proponemos algunos ejercicios, pero no dudes en adaptarlos a los gustos y edad de tu hijo o hija.

1. Preguntas de comprensión lectora
Gracias al desarrollo de la comprensión lectora, los niños consiguen entender mejor lo que leen y son capaces de extraer el mensaje de los textos. Esto es esencial para el estudio de todas las asignaturas del colegio. ¿Y qué mejor forma de trabajarla que usando poemas sencillos y divertidos como este?

¿De qué habla este poema?
El niño protagonista de esta poesía es hijo único, ¿verdadero o falso?
¿Recuerdas cuáles son sus hábitos después del colegio?
¿Con qué termina y con qué empieza su día?

2. Escribe una poesía sobre tus hábitos
El poema corto que habéis leído habla sobre los hábitos diarios de un niño o una niña cualquiera. Anima a tu hijo o hija a que escriba su propia poesía en verso o cuento en prosa con sus rutinas. Si cambian dependiendo del día de la semana, puede escribir más de un texto.

3. Coreografía de la poesía
Para que tus hijos (sobre todo los más pequeños de la casa) asocien la poesía con las actividades a las que se refiere, podéis ir haciendo los gestos correspondientes según la leéis. Por ejemplo, podéis hacer el gesto de peinaros, de llorar, de comer, de dormir... Es una forma divertida de hacer partícipes a los niños más pequeños de la lectura del poema.

4. Jugar con las rimas
Escoged una terminación de palabras (-oso, -aba, -ión...); a continuación, escribid todas las palabras que se os ocurran con dicha terminación, es decir, palabras que rimen entre ellas (oso, goloso, patoso, chistoso...). Con estas palabras, podéis escribir una divertida poesía. Haced un dibujo junto a esta y enmarcadla. ¡Qué bonito detalle!

Cómo crear buenos hábitos y rutinas en casa para tus hijos

Las rutinas consistentes, es decir, aquellas actividades que se repiten todos los días más o menos a la misma hora y en el mismo orden, brindan confort y aportan seguridad a los niños, sobre todo a los más pequeños. Al saber qué viene a continuación, sienten confianza y estabilidad. Esto es lo que recoge la guía de recursos infantiles de State Capacity Building Center de Estados Unidos sobre la importancia de las rutinas para los niños.

De ahí, la importancia de que los padres establezcamos unas rutinas y unos buenos hábitos en casa que nuestros hijos y, por supuesto, nosotros mismos debemos seguir. En este sentido, a continuación recogemos algunas claves que pueden ayudar.

- Debemos establecer horarios y el orden de las actividades que haremos cada día. El objetivo de esto es asegurarnos de que los niños van a dormir las horas que necesitan según a qué hora se levanten o que van a tener suficiente tiempo para hacer los deberes o cenar.

- Cada familia necesita unas rutinas diferentes, según las necesidades y los gustos de cada uno de sus miembros. Por ejemplo, a algunos niños les vendrá mejor ducharse antes de cenar, mientras que a otros les vendrá mejor hacerlo después para relajarse antes de dormir. Buscad los hábitos que mejor os vienen a vosotros.

- Las rutinas que establezcamos en casa deben ser realistas. De nada sirve que las mantengamos durante una o dos semanas y que luego las cambiemos. Hay que ser constantes y regulares.

- Una vez que tenéis unas rutinas, podéis hacer una tabla de rutinas o agenda visual para que los niños sepan qué viene después. Este tipo de herramientas son muy útiles para los niños, pues pueden acudir al mural para saber cuándo tienen que hacer cada una de sus actividades.

- En los periodos vacacionales (verano, Navidad...) se pueden relajar las rutinas, pero esto no significa que desaparezcan completamente. Debemos ser flexibles (pues los niños no tienen que madrugar, tenemos más tiempo libre y otros planes diferentes, cambian las horas de luz...), pero debemos recordar que los pequeños siguen necesitando cierto orden para cubrir sus necesidades de sueño, alimentación y seguridad.

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