Síntomas que indican la presencia de cáncer de ovario - ¿Cómo actuar?
Alerta a estos signos que suelen confundirse con dolor de estómago e incluso colitis nerviosa
- 9 síntomas que pueden ser indicativos del cáncer de ovario
- Diagnóstico oportuno y el tratamiento a seguir para el cáncer de ovario
- ¿Qué tan grave es el cáncer de ovario y el no detectarlo a tiempo?
- Esto pasa con la fertilidad de la mujer después del cáncer de ovario
Muchas mujeres comienzan con ciertos dolores y no dan importancia, pero hay síntomas que indican la presencia de cáncer de ovario, ¿cómo actuar? El cáncer de ovario usualmente es llamado el 'asesino silencioso' porque justamente sus síntomas se confunden con los de otras patologías, lo que deriva en que se pierda tiempo valiosísimo para brindar el tratamiento oportuno.
Aquí te diremos cómo diferenciar el cáncer ovárico de una colitis nerviosa, por ejemplo, que es con la que suelen confundir más este padecer. También abordaremos un tema de suma importancia: la fertilidad femenina después de superado el cáncer, ¿es fácil concebir? ¿Cómo se puede preservar? Todas las respuestas a estas dudas y más las encontrarás aquí.
9 síntomas que pueden ser indicativos del cáncer de ovario
El cáncer de ovario es una enfermedad que afecta a las mujeres y cuyos síntomas son confundidos a menudo con otras patologías, de hecho, por eso se le llama el 'asesino silencioso', dado que los signos suelen ser muy sutiles y difíciles de detectar en las primeras etapas. Es por eso que para que el tratamiento sea exitoso, se debe estar muy atenta a estos síntomas que pueden estar asociados al cáncer de ovario:
- Dolor abdominal o pélvico agudo. El dolor persiste en la zona baja del abdomen o en la pelvis y aumenta con el tiempo.
- Hinchazón o severa distensión abdominal. Por lo regular, las mujeres con cáncer de ovario tienen sensación de hinchazón en el abdomen que no disminuye.
- Cambios en los hábitos intestinales. Por ejemplo, el cáncer de ovario puede causar episodios alternos de estreñimiento, diarrea u otros cambios.
- Se presenta pérdida de apetito o hay una sensación de saciedad rápida. Casi siempre las mujeres afectadas notan una disminución en su apetito o se sienten llenas rápidamente al comer.
- Cambios en la frecuencia urinaria. Otro signo del cáncer de ovario es que las mujeres experimentan la necesidad de orinar con una mayor frecuencia o sienten una urgencia repentina de hacerlo.
- Fatiga excesiva y persistente. El cansancio extremo es otro de los síntomas a vigilar del cáncer de ovario.
- Pérdida o aumento de peso de manera inexplicable. Aquí hay dos extremos, o se experimentan una pérdida o un aumento de peso, pero ambos de forma drástica y sin motivo aparente.
- Dolor punzante durante las relaciones sexuales. Por lo general, el cáncer ovárico puede causar ciertas molestias o dolor intenso y punzante durante el acto sexual.
- Menstruaciones irregulares. Las mujeres que padecen cáncer de ovario pueden presentar períodos menstruales bastante irregulares o sufrir de sangrado vaginal anormal.
Sin embargo, también hay que decir que muchos de estos síntomas pueden estar relacionados con afecciones menos graves. Lo que es constante en el cáncer ovárico es que estos síntomas se presentan de manera persistente y empeoran con el tiempo, por lo que es vital acudir al especialista cuanto antes, ya que la detección temprana y el tratamiento adecuado mejoran las posibilidades de supervivencia.
Diagnóstico oportuno y el tratamiento a seguir para el cáncer de ovario
Obtener un diagnóstico y tratamiento del cáncer de ovario a tiempo son fundamentales para aumentar las posibilidades de combatir a la enfermedad, por lo que acudir al especialista ante la sospecha de este padecimiento es esencial. Él descartará otras posibles enfermedades antes de confirmar que se trata de cáncer de ovario, pero para ello necesita ciertos estudios.
¿Cómo se obtiene el diagnóstico de cáncer de ovario?
Primero se hace la historia clínica y examen físico, en los cuales el médico analizará los síntomas, los antecedentes médicos y familiares, además de realizar un examen físico, el cual incluye un examen pélvico. Posteriormente se solicitan pruebas de imagen, las cuales abarcan ecografías, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM), en las que se examinar los ovarios y órganos buscando tumores.
Después, un análisis de sangre tipo CA-125 puede ayudar a detectar proteínas que usualmente se asocian con el cáncer de ovario, aunque no es muy específico y puede elevarse en otras afecciones, no necesariamente en el cáncer. Por último, se piensa en una biopsia, más si se sospecha la presencia de cáncer; con la biopsia se extrae una muestra de tejido y se analiza en busca de células cancerosas.
Importancia del monitoreo de la proteína CA-125 para detectar el cáncer de ovario
La proteína CA-125 es importante medirla constantemente en mujeres con quistes y después de los 40 años sin presencia de quistes para tener un valor basal, esta proteína se asocia a inflamación pero hay momentos en los que se va elevando y pueden ser los primeros signos que van indicando la presencia de un quiste en el ovario, por lo cual es bueno tenerlo como referencia cada año. Se mide siempre en sangre.
Uno de cada diez endometriomas, que son de los quistes más importantes o frecuentes que vemos, se pueden transformar en cáncer en los años siguientes, por eso las mediciones del CA-125 son muy importantes si este se va elevando en comparación de cómo estaba antes, que habitualmente se va elevando. Así que estos son los parámetros que nos indican que debemos intervenir a una mujer con endometriomas por laparoscopia.
Es importante mencionar que el CA-125 puede variar día a día, es decir, si lo medimos a diario nos puede dar cifras distintas y se puede incrementar por diferentes aspectos, como los ciclos menstruales, estrés, no dormir bien, inflamación pélvica intestinal o enfermedad pélvica por bacterias y por eso puede tener muchas fluctuaciones.
Hay que estar atentos a esta fluctuación en el quiste (ir de un valor alto a uno normal y viceversa), además de otros cambios en el propio quiste como el tamaño o si se empieza a calcificar o verse irregular. En el caso de los endometriomas estos generan vascularidad, es decir, un flujo de oxígeno que no deben tener, lo que es un criterio para intervenir alguien con endometriomas y evitar la aparición del cáncer de ovario.
Criterios de los quistes de ovario en las mujeres mexicanas y el cáncer ovárico
En el año 2005 el Dr. Luján Irastorza realizó un estudio en el Hospital Juárez de México, en la Ciudad de México, llamado Prevalencia de quistes simples de ovario diagnosticados por ultrasonido en mujeres posmenopáusicas, el cual era para establecer los criterios en la población mexicana, cuya muestra eran mil mujeres y de ellas se estudiaron a 300.
Ahí, el Dr. Luján estableció los criterios a tratar, es decir, si eran quistes malignos y que debían operarse, ya que pueden derivar en años siguientes a un cáncer de ovario. Por eso se recomienda operarlos basándose siempre en estos parámetros, los cuales son:
- Quistes que sean mayores de cinco centímetros.
- Aquellos quistes que sean irregulares con calcificaciones en el interior (independientemente de si son endometriomas o no).
- Incremento de flujo vascular, es decir, aumenta la sangre que hay en el ovario o endometriomas que empiecen a vascularizarse.
- El índice de resistencia de las arterias que oxigenan al quiste son menores a 0.3, en otras palabras: entre más oxígeno haya en el quiste hay más riesgo de que se vuelva maligno.
Finalmente, para bajar la incidencia del cáncer de ovario, se debe mantener un buen balance hormonal, un óptimo control de peso, tener hábitos saludables de sueño, llevar una alimentación con baja ingesta de azúcar y tener rutinas que disminuyan la noradrenalina cerebral, la cual hace que se estimula la muerte celular temprana y esto puede llevar al desarrollo de un cáncer de ovario.
Tratamiento a seguir para combatir el cáncer de ovario
Casi siempre la cirugía es el tratamiento principal para el cáncer de ovario, esta puede incluir la extirpación de los ovarios, las trompas de Falopio, el útero y los ganglios linfáticos cercanos. Posteriormente se decanta por la quimioterapia, un tratamiento que usa medicamentos para destruir las células cancerosas. La quimioterapia puede administrarse ya sea antes o después de la cirugía.
También se hace uso de terapias dirigidas, ya que estos tratamientos se enfocan a características específicas de las células cancerosas, como mutaciones genéticas, para bloquear el crecimiento y de propagación del cáncer. Quizá se puedan utilizar inhibidores de PARP y terapias antiangiogénicas. También la inmunoterapia es una opción, porque utiliza medicamentos para estimular el sistema inmunológico del cuerpo.
Ciertamente esto último aún es un poco joven en el ámbito de los tratamientos, debido a que su uso en el cáncer de ovario todavía es limitado, pero se están investigando nuevos enfoques de inmunoterapia. Es importante recalcar que el tratamiento del cáncer de ovario siempre depende del tipo, etapa y extensión de la enfermedad, así como de la salud general y las preferencias de la paciente.
¿Qué tan grave es el cáncer de ovario y el no detectarlo a tiempo?
El cáncer de ovario es el quinto cáncer más común entre las mujeres y una de las principales causas de muerte relacionadas con el cáncer en mujeres. La gravedad de este tipo de cáncer radica en que a menudo se detecta en etapas muy avanzadas, lamentablemente por la falta de síntomas específicos en sus etapas iniciales, además de la ausencia de pruebas de detección efectivas.
Si no se detecta a tiempo, el cáncer de ovario llega a diseminarse a órganos cercanos como el útero, las trompas de Falopio, los intestinos y el peritoneo (membrana que recubre la cavidad abdominal). En las etapas avanzadas, las células cancerígenas se propagan a través del sistema linfático y el torrente sanguíneo llegando al hígado y los pulmones. Esto se conoce como metástasis.
Existen ciertas consecuencias de no detectara tiempo el cáncer de ovario, por ejemplo, una menor tasa de supervivencia. Por lo general, la tasa a cinco años para el cáncer de ovario en etapa temprana es del 90 por ciento, pero disminuye al 30 por ciento cuando se diagnostica en etapas avanzadas. Por lo mismo, se debe recurrir a tratamientos más agresivos como la cirugía y la quimioterapia, ambos más invasivos y con efectos secundarios significativos.
De igual manera, la calidad de vida se ve reducida porque quienes padecen cáncer de ovario avanzado experimentan síntomas debilitantes, como dolor, hinchazón abdominal, dificultad para respirar y fatiga, además de una afectación emocional, porque el diagnóstico tardío del cáncer ovárico tiene un impacto emocional significativo en las pacientes y también sus familias debido al miedo, la ansiedad y la incertidumbre.
Esto pasa con la fertilidad de la mujer después del cáncer de ovario
La fertilidad de la mujer después del cáncer de ovario sí puede verse afectada por varios factores, entre ellos el tipo de tratamiento recibido, la extensión de la enfermedad y la edad de la paciente. Es por ello que la preservación de la fertilidad es una de las preocupaciones principales para las mujeres en edad reproductiva con diagnóstico de cáncer de ovario.
Es sabido que la cirugía, tratamiento principal contra este tipo de cáncer, puede incluir la extirpación de uno o ambos ovarios, las trompas de Falopio y el útero. Sin embargo, si se extirpa un solo ovario, la mujer aún puede quedar embarazada de forma natural, aunque con una reserva ovárica reducida. Pero si se extirpan ambos ovarios, la mujer entrará en menopausia quirúrgica.
Igualmente la quimioterapia puede dañar los ovarios y reducir la cantidad y calidad de los óvulos disponibles, y lo mismo sucede con la radioterapia en la región pélvica, porque puede afectar la función ovárica y uterina. Ante este panorama, ¿qué opciones tiene una mujer para quedarse embarazada después de superar el cáncer de ovario? Algunas son:
- Criopreservación de óvulos. Se trata de la extracción y congelación de óvulos antes del tratamiento, lo que permite que estos puedan ser utilizados posteriormente en tratamientos de fertilidad asistida, como la fecundación in vitro (FIV).
- Criopreservación de tejido ovárico. Se extrae y se congela tejido ovárico cuando la mujer no puede someterse a la estimulación ovárica necesaria para la criopreservación de óvulos.
- Tratamientos de fertilidad asistida. En última instancia, las mujeres que no pueden concebir naturalmente pueden recurrir a la fecundación in vitro, la inseminación intrauterina y el uso de óvulos o embriones donados.
Sin embargo, la posibilidad de preservar la fertilidad y lograr un embarazo después del cáncer de ovario varía según cada caso. Solo los especialistas en fertilidad pueden analizar las opciones y brindar el apoyo adecuado a la mujer en este proceso de lucha contra el cáncer de ovario.
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Bibliografía
- Luján Irastorza, J.E, Hernández Marín, I., et al. (2006) Prevalencia de quistes simples de ovario diagnosticados por ultrasonido en mujeres posmenopáusicas. Ginecología y Obstetricia de México. Medigraphic (ed.) México, pp. 1-5 Disponible en https://www.medigraphic.com/pdfs/ginobsmex/gom-2006/gom0610e.pdf
- American Cancer Society (2018). Acerca del cáncer de ovario. American Cancer Society (ed.) Estados Unidos, pp. 1-15 Disponible en https://www.cancer.org/content/dam/CRC/PDF/Public/8972.00.pdf