Síndrome del alcoholismo fetal

La ingesta de alcohol durante los meses de embarazo representa un gran riesgo para la salud del futuro bebé. Será el neonato quién sufrirá las consecuencias de los malos hábitos de consumo materno. En Estados Unidos, se estima que de cada 750 bebés, uno nace con un cuadro de problemas físicos, mentales, evolutivos y funcionales, conocido como síndrome de alcoholismo fetal (SAF).

Prevención y tratamiento del síndrome de alcoholismo fetal

Los especialistas afirman que la mejor forma para evitar el síndrome de alcoholismo fetal es prevenirlo. ¿Cómo? ¡Muy fácil! No bebiendo ni una sola gota de alcohol (entre las bebidas alcohólicas no permitidas está incluida la cerveza, el vino, los licores…) durante el embarazo.

El alcohol es peligroso y no existen pruebas que permitan determinar exactamente qué cantidad de alcohol provocará anomalías congénitas. El alcohol atraviesa fácilmente la barrera placentaria y el feto no está preparado para eliminarlo. Cuanto mayor es la concentración de alcohol que consume la madre, mayor es la concentración que pasa a través de la placenta y mayor es el tiempo que permanece en el organismo del futuro neonato produciendo cambios en su metabolismo y en las vías genéticas que son responsables del desarrollo de órganos pudiendo producir alteraciones en los mismos, siendo uno de los más afectados el sistema neurológico con posibles consecuencias en el neurodesarrollo.

A día de hoy no existe cura para el síndrome de alcoholismo fetal (SAF). Sin embargo, existen estudios que revelan que un diagnóstico temprano, antes de los 6 años de edad, junto a un crecimiento en un entorno educativo estable, puede mejorar el cuadro del niño con SAF a largo plazo.

El alcohol en el embarazo causa graves problemas al bebé

Durante los tres primeros meses del embarazo, cuando tiene lugar el desarrollo cerebral del feto, por lo que la ingesta de alcohol durante esos meses es especialmente peligrosa. En esta etapa, el alcohol puede causar que las conexiones cerebrales del feto no se formen adecuadamente, pero eso no quiere decir que, en los meses posteriores, el alcohol sea menos nocivo ya que el cerebro se sigue desarrollando y sigue existiendo el riesgo de generar alteraciones.

Las consecuencias del síndrome alcohólico fetal tienden a intensificarse a medida que los niños se hacen mayores y se acercan a la edad adulta. A esta edad, pueden aparecer problemas de salud mental, falta de iniciativa o incapacidad para vivir con independencia.

Cómo es el cerebro del niño con síndrome de alcoholismo fetal

La ingesta de alcohol durante el embarazo afecta al feto produciendo defectos congénitos irreversibles, según explican en el informe 'Síndrome Alcohólico Fetal. Guía para la escuela', elaborado por ADN Girona, afecta al feto produciendo defectos congénitos irreversibles. Las áreas del cerebro que se ven más afectadas por el consumo de alcohol son:

- El cuerpo calloso
El cuerpo calloso tiene como misión pasar la información del hemisferio derecho (impulsos y sentimientos) al hemisferio izquierdo (lógica y preguntas) del cerebro. Si la madre ha consumido alcohol durante el embarazo, el cuerpo calloso será más pequeño incluso casi inexistente que el de un niño cuya madre no ha consumido alcohol.

- El hipocampo
Área del cerebro es muy importante para la memoria, concentración, aprendizaje y emociones.

- El hipotálamo
Es el encargado de controlar el apetito, regular la temperatura corporal y juega un papel muy importante en la percepción de la sensación de dolor.

- El cerebelo
Sus funciones están relacionadas con la coordinación, el movimiento, la conducta y la memoria.

- Los ganglios basales
Esta zona del cerebro juega un papel importante en el establecimiento de conductas perserverantes, en la percepción del tiempo y afecta a la memoria espacial.

- Los lóbulos frontales
Son los responsables de manejar y controlar los impulsos. Así, podemos encontrarnos con niños totalmente apáticos o, por el contrario, niños muy impulsivos.

10 señales, síntomas y características de los bebés afectados

Si durante el embarazo has consumido alcohol, en grandes o pequeñas cantidades, y te preocupa que tu hijo pueda padecer de SAF, aquí te describimos algunos síntomas de este síndrome para que puedas valorar su presencia en tu hijo. Es necesario subrayar que, aunque encuentres algunos síntomas en tu bebé, no quiere decir que el pequeño padezca el síndrome.

Ante todo, hay que consultar al médico para una valoración de cada caso. Solo el experto (ginecólogo, obstetra o matrona) podrá evaluar con más profundidad el caso. Por lo general, los bebés que padecen el SAF suelen presentar:

1. Retraso en el crecimiento intrauterino, lo cual puede derivarse en un bajo peso al nacer.
2. Perímetro craneal más pequeño de lo normal.
3. Retraso del crecimiento y del desarrollo.
4. Anomalías en el corazón, en la cara (cabeza pequeña, epicantos, labio superior delgado, puente nasal bajo o nariz corta, entre otros) y en otros órganos (infecciones frecuentes de oído).
5. Epilepsia.
6. Problemas de coordinación y de psicomotricidad fina al presentar problemas en algunas partes de las extremidades (dedos, manos y pies).
7. Escasas habilidades sociales.
8. Falta de imaginación o de curiosidad.
9. Problemas de aprendizaje, emocionales o de comportamiento.
10. Poca memoria y concentración.

Hábitos saludables para las mujeres embarazadas

Seguramente después de leer toda esta información, te pensarás dos veces si tomar algo de alcohol durante el embarazo, ¿verdad? Y es que se trata de una etapa de la vida de la mujer donde se hace más que necesario y obligatorio llevar hábitos de vida saludables como los que vamos a enumerarte continuación.

- Deja de fumar
El tabaco puede ser igual de peligroso para el bebé que el alcohol, y es que el hecho de que la madre fume se asocia con la aparición de enfermedades respiratorias o con el nacimiento con bajo peso de los bebés. ¡Tabaco, fuera!

- Relájate y descansa
Tienes por delante nueves meses en los que tus hormonas van a estar muy revolucionadas, así que debes intentar encontrar momentos de relajación en tu día a día. Notarás que, según avancen las semanas y los meses, el dormir se convertirá en todo un logro, y es que el aumento de tu barriga no te lo pondrá fácil. Aun así, debes descansar para cuando tengas a tu bebé contigo.

- Camina o haz ejercicio
Siempre y cuando tu embarazo no sea de riesgo es conveniente que realices algún tipo de ejercicio indicado para las embarazadas, como yoga, pilates o natación. Otra opción muy buena es salir a caminar. Además de mantenerte en forma, controlas el incremento de peso.

- Come frutas y verduras
La dieta balanceada debe estar presente en todos los momentos de nuestra vida, pero durante el embarazo hay que cuidarla mucho más. Aumenta la ingesta de frutas y verduras (recuerda lavarlas bien) o de pescado y no te olvides de los lácteos y la carne. Mantener una buena hidratación te ayudará a prevenir posibles episodios de estreñimiento.

- Acude a tus controles médicos
Aunque te encuentres bien o te pueda dar pereza, no te olvides de asistir a tus citas con el ginecólogo y/o con tu matrona para que revisen el estado de tu pequeño y te vayan informando de cómo está siendo su desarrollo.

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