Consulta del niño sano - Cada cuánto debo llevar al niño al pediatra

Las visitas al médico durante la vida adulta suelen ser infrecuentes y mayormente relacionadas con algún malestar o problema de salud. Por el contrario, al inicio de la vida, los controles de salud suelen ser muy frecuentes e involucrar una serie de intervenciones (vacunas, estudios complementarios, medicaciones) aunque el niño se encuentre sano y su desarrollo sea acorde. Entonces, ¿cada cuánto debo llevar al niño al pediatra? 

Qué es la consulta del niño sano

La 'consulta de niño sano' es vital para controlar que el niño está cumpliendo con las pautas madurativas relativas a su edad y que tanto su desarrollo tanto físico como mental es el adecuado. Su frecuencia dependerá del momento de la vida de ese niño, siendo más frecuentes en el postparto inmediato para luego ir espaciándose.

La razón por la que a los pediatras nos gusta controlar a los más pequeños muy seguido es porque durante los primeros meses de vida ocurren muchos cambios en cortos periodos de tiempo los cuales son importantes de evaluar. Pero la consulta de niño sano también es un espacio donde los padres pueden resolver dudas, pedir consejos de crianza, donde se evalúan hábitos y estilos de vida y donde el pediatra acompaña a los padres a transitar esta aventura que es la paternidad.

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La cantidad de controles sobre todo durante el primer año de vida varía entre países y dentro de un mismo país entre comunidades autónomas o provincias y esto tiene una razón epidemiológica y de salud pública. Sin embargo, existe consenso sobre la necesidad de visitar al niño a la semana de vida y luego ir realizando controles coincidentemente con el calendario de vacunación durante los dos primeros años de vida. A partir de este momento los controles se irán espaciando, pero no por eso dejarán de ser importantes ya que están planificados para continuar evaluando al niño en periodos críticos de su vida.

Revisiones pediátricas del bebé y el niño

El primer control se realizará durante la primera semana de vida y antes del primer mes. Luego si todo está bien el niño será citado a los 2, 4, 6 meses de vida y posteriormente entre los 9-10 meses, a los 12-15 meses, a los 18 meses y a los dos años. En esta etapa de la vida es fundamental evaluar que el crecimiento físico (peso, talla y circunferencia de cabeza) es adecuado y que el niño cumple poco a poco las pautas madurativas que le corresponden para su edad.

Las vacunas indicadas serán fundamentales para ayudarle a comenzar a desarrollar una respuesta inmune poderosa frente a los patógenos con los que se encontrará cuando comience a socializar más. El pediatra indicará vitaminas y en algunos países suplementos con hierro para asegurar la presencia de micronutrientes en el organismo sobre todo en aquellos niños que no son amamantados. La evaluación visual, auditiva y de las caderas será importante para detectar anomalías en forma temprana.

Al cumplir los dos años, los niños serán visitados con una frecuencia menor y, aunque estén sanos y su desarrollo sea acorde, el pediatra realizará una evaluación integral no solo de su condición física sino también de su desarrollo social, emocional y la presencia de malos hábitos. La AEP (Asociación Española de Pediatría) recomienda que las visitas se hagan entre los 3-4 años, a los 6 años, entre los 9-11 años, a los 12-14 años y entre los 16-18 años.

La  pubertad es un momento crucial en el desarrollo de un niño y el acompañamiento por parte de un pediatra puede ser beneficioso para despejar dudas. Las consultas durante la adolescencia son iguales de importantes que durante los primeros meses de vida ya que el niño experimentará cambios que harán que deje atrás su cuerpo infantil para ir convirtiéndose en un adulto. Estos cambios deben ser controlados por el pediatra para asegurarnos que están ocurriendo con la cronología correcta.

En resumen, el 'consultorio de niño sano' es una estrategia de salud pública enfocada en ayudar a ese niño a crecer sano y feliz, a darle la oportunidad de aprender sobre buenos hábitos que prevengan enfermedades relacionadas con estos en el futuro y en detectar a tiempo todas aquellas condiciones que cuando son tratadas a tiempo pueden permitirle mejorar su calidad de vida. El consultorio de niño sano nos enseña que la visita al médico puede ser también enfocada en la prevención y promoción de la salud.

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