Desarrollo de la microbiota en los niños - ¿Influye el tipo de parto?
Si te preguntas qué tiene qué ver una cosa con la otra te diremos que ¡demasiado! Descubre porqué
- ¿Qué es la microbiota en los niños y cuándo se desarrolla?
- La microbiota intestinal en niños - Cómo influye el tipo de parto en su desarrollo
- Consejos para potenciar los microorganismos que viven en tu hijo
- ¿Qué perjudica y daña la microbiota de los niños?
¿Sabrías decir qué es la microbiota de los niños y qué quiere decir eso de bacterias buenas y malas? Están Presentes desde su nacimiento y sí, sí influye el tipo de parto que hayas tenido: no es lo mismo por parto vaginal que por cesárea. Este conjunto de microorganismos determinan la respuesta inmunitaria frente a diversas enfermedades. María Real Capell, nutricionista, psiconeuroinmunoendocrina y autora del libro 'Cuando el cuerpo se rebela: Aprende cómo vivir plenamente con una enfermedad autoinmune' nos explica más a fondo sobre el desarrollo de la microbiota en los niños - ¿Influye el tipo de parto?
¿Qué es la microbiota en los niños y cuándo se desarrolla?
La microbiota, término que proviene del griego 'micro' que significa 'pequeño' y 'biota' que se traduce por 'vida', se refiere al conjunto de microorganismos que viven en nuestro cuerpo tales como bacterias, hongos, virus y parásitos y que comienzan a formarse en el útero durante el embarazo, cuando el bebé está expuesto a las bacterias de su madre a través del líquido amniótico y la placenta.
Dicho de otro modo, cuando hablamos de la microbiota estamos hablando de la vida que hay en nuestro interior y que es propia de los órganos que forman el organismo, también el de tu bebé incluso antes de que llegue a este mundo.
Según de cómo esté de equilibrada la microbiota, mayor o menor será la predisposición de los hijos a padecer alguna enfermedad: cuanto más saludable sea, mejores defensas tendrán y más pronta será su recuperación.
La microbiota intestinal en niños - Cómo influye el tipo de parto en su desarrollo
Como puedes deducir, la microbiota intestinal se forma y desarrolla a lo largo de toda la vida; no obstante, es cuando el bebé esté en el útero de la madre cuando se empieza a crear. Debes saber que la microbiota puede contener bacterias patógenas malas y también bacterias buenas.
En este sentido, en el momento del parto se determinan gran parte de estas bacterias: los bebés que nacen por un parto vaginal tienen más lactobacillus y bifidobacterias que los niños que han nacido por cesárea. Durante los primeros años de vida la colonización de las bacterias es más alta.
De ahí que el tipo de parto que hayas tenido SÍ influye a la hora de la colonización de bacterias. No será lo mismo un pequeño que adquiere estas bacterias a través del canal vaginal que aquellos que nacen por cesárea. Si bien es cierto que no siempre se puede tener un parto natural, esto no quiere decir que sea malo para la salud del niño haber nacido por cesárea.
Simplemente la colonización de bacterias necesarias para el correcto desarrollo y funcionamiento intestinal será diferente, ya que no se tuvo la oportunidad de recibir las bacterias buenas y malas que viven en el canal vaginal de la madre. Incluso este impacto se ve reflejado a medida que el pequeño crece y no termina de colonizarse hasta que el niño cumple 6 años.
Así es la microbiota de los niños hasta los 6 años
La microbiota intestinal se va desarrollando desde el nacimiento del bebé y lo hace a través de la respiración, el contacto físico con el entorno y otros factores de peso como son la lactancia materna, la alimentación complementaria e incluso las microbiotas maternas (vaginal, cutánea e intestinal) y otros microorganismos del entorno en el que se encuentra el niño.
Pero es desde que nace hasta que cumple los 6 años cuando el pequeño desarrolla su microbiota, aunque esta puede modificarse por diferentes motivos, entre ellos la dieta, el lugar de residencia o incluso los niveles de contaminación.
Consejos para potenciar los microorganismos que viven en tu hijo
La formación de la microbiota es multifactorial, no solo va cambiando a lo largo de la vida tras ese primer periodo de formación, sino que sobre ella tienen peso diversos factores. ¿Qué aspectos puede favorecen la microbiota de tu hijo? ¿Cómo lograr que las bacterias buenas estén siempre presentes en su organismo?
La importancia de la lactancia materna
La lactancia materna es un excelente alimento por su alta cantidad de nutrientes, pero también lo es por favorecer la respuesta inmune y, de este modo, reducir el riesgo de colonización de microorganismos patógenos, además de evitar infecciones comunes e inflamación intestinal.
Lo vital de un buen descanso de día y de noche
Las necesidades de sueño de los niños van cambiando a medida que van creciendo: en su más tierna infancia necesitan echarse la siesta, para después requerir tan solo de un buen descanso por las noches. Que el niño duerma las horas necesarias según su edad y características concretas favorecerá notablemente la proliferación de bacterias buenas.
Llevar una alimentación sana, equilibrada y variada
Como ya bien sabes, en la alimentación está otra de las claves para su correcto desarrollo tanto físico como mental. Pero es que, además, al ingerir los alimentos adecuados, con los nutrientes, las sales, los minerales y las vitaminas que necesita según su edad y nivel evolutivo, se logra que el conjunto de microorganismos que habitan su organismo estén completamente equilibrados. Recuerda que es importante mantener una dieta rica en fibra para el crecimiento de la microbiota.
Tener un estilo de vida activo
Realizar deporte o ejercicio físico de forma regular no solo es útil para estar en forma o para mejorar el estado de ánimo, sino que también tiene enormes beneficios sobre la construcción de una microbiota saludable y optimizada.
¿Qué perjudica y daña la microbiota de los niños?
Ahora que ya sabes cuáles son los mejores hábitos para toda la familia y que más ayudan a reforzar la microbiota, también es importante conocer los factores que más pueden llegar a perjudicarla o incluso a destruirla. Descarta los alimentos basura que en verdad no tienen ni beneficio ni aporte de nutrientes:
- Alimentos procesados y ultraprocesados.
- Azúcares libres y añadidos.
- Carnes rojas y embutidos.
- Alimentos con alto contenido en grasas saturadas.
También debes evitar:
- El abuso o uso inadecuado de antibióticos.
- Insuficientes horas de descanso.
- El estilo de vida sedentario.
- La contaminación ambiental.
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Bibliografía
- Shelov, S., Remer Altman. T. (2009) Caring for your baby and young child: Birth to age 5. Bright Futures: Guidelines for Health Supervision of Infants, Children, and Adolescents (ed.). Academia Americana de Pediatría. Estados Unidos: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, pp. 1-24 Disponible en: https://www.cdc.gov/ncbddd/actearly/pdf/parents_pdfs/ltsae_booklet_milestonemoments_span-readerspreads_web-ready_7.22.11.pdf