Peligros de que el niño respire por la boca en lugar de por la nariz

Si cree que su hijo no respira bien por la nariz o lo hace por la boca, dígaselo a su pediatra o al especialista en otorrinolaringología para que valore cuál es la causa y el tratamiento más adecuado. Es importante su detección precoz porque afecta al desarrollo y crecimiento y se dispone de tratamientos eficaces. En el siguiente artículo, te cuento más sobre los peligros de que el niño respire por la boca en lugar de por la nariz.

Causas y síntomas de la respiración bucal

La respiración oral o bucal es el hábito anómalo de respirar por la boca. Este hábito puede tener consecuencias negativas en el crecimiento y el desarrollo del niño. Lo normal es respirar por la nariz, porque la respiración nasal nos mantiene sanos.

Las fosas nasales calientan y humedecen el aire que respiramos, esto protege la salud respiratoria de los niños y de los adultos. Además, al respirar por la nariz los senos paranasales producen óxido nítrico, sustancia que ayuda a las defensas del organismo contra las infecciones.

La respiración bucal se produce cuando hay alguna obstrucción que dificulte el paso del aire desde la nariz hasta el aparato respiratorio inferior. Las causas más frecuentes en los niños son:

- Aumento de tamaño de las adenoides (vegetaciones) o de las amígdalas (hipertrofia) o de ambas.

- Infecciones respiratorias.

- Algunas alergias.

- Desviación del tabique nasal, hipotonía muscular, pólipos… En este caso suelen ser los motivos menos frecuentes.

Además de las causas es importante también conocer qué síntomas son los que indican que hay un hábito de respirar por la boca en lugar de hacerlo por la nariz.

- Roncar por las noches.

- Permanecer gran parte del día con la boca abierta.

- Rasgos faciales como ojeras y aplanamiento en la zona de los pómulos.

- Deglución atípica (meter la lengua entre los dientes para tragar).

- Tendencia a levantar la barbilla y adelantar el cuello para respirar mejor.

- Padecer otitis de repetición.

Consecuencias negativas de que el niño respire por la boca en lugar de por la nariz

Si la respiración bucal se mantiene en el tiempo puede causar:

- Ronquidos cuando el niño duerme
Los ronquidos constantes en la edad infantil no son normales y hay que prestarles atención. El sueño correcto es muy importante para un crecimiento saludable.

- Se pueden producir también episodios de apnea (el niño deja de respirar)
Eso puede provocar una disminución de la oxigenación del organismo durante el sueño, y por tanto el niño puede mostrar cansancio, somnolencia, fatiga e irritabilidad durante el día.

- Deformación de la cara
El desarrollo facial en crecimiento de los niños pequeños puede alterarse dando lugar a la denominada facies adenoidea: cara alargada y aplanada, la barbilla retraída, ojeras, el paladar estrecho u ojival, dientes mal implantados...

- Problemas dentales
Aumenta la  propensión a padecer caries, mal aliento por acumulación de bacterias, sensación de boca seca.. La respiración bucal favorece también la maloclusión dental: mordida abierta, paladar estrecho y mandíbula retraída.

- Problemas de audición y otitis de repetición
Esto es debido a que la mala aireación de la nariz se puede extender también a través de las trompas de Eustaquio hacia los oídos.

Cuál es el tratamiento para la respiración bucal en niños

El tratamiento depende de la causa. Un diagnóstico preciso ayudará a establecer un plan de tratamiento eficaz. A veces puede ser necesaria la intervención de varios profesionales que actúen de forma coordinada.

El otorrinolaringólogo es el especialista de las enfermedades del oído, de la nariz y de la garganta que evaluará inicialmente al niño. Si la obstrucción de las vías respiratorias se debe a un aumento del tamaño de las amígdalas, de las adenoides o de ambas, puede estar indicada una intervención quirúrgica que facilite el paso del aire. Otros profesionales implicados de los que puede ser necesaria su intervención son:

El ortodoncista. Este especialista se encarga de que el niño tenga una correcta posición de los dientes y de los huesos maxilar superior y de la mandíbula. Una intervención frecuente es la expansión del  maxilar superior cuyo  objetivo es ampliar los maxilares y en consecuencia aumentar de la permeabilidad de las fosas nasales para lograr una mejora en la respiración.

El logopeda. Si ya se han producido problemas del habla, del lenguaje, de la voz o de las funciones orales asociadas a la respiración, masticación y deglución, este profesional ayudará a su corrección. Se enseña la postura correcta que debe tener la lengua (en descanso, al hablar y  al tragar), los labios, y el resto de las estructuras implicadas. También se corrigen los hábitos alterados mediante ejercicios adaptados a cada caso.

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