El sarampión en niños. Todo lo que los padres deben saber sobre esta enfermedad

El sarampión es una enfermedad vírica infecciosa y muy contagiosa. Un niño con esta enfermedad suele presentar fiebre alta, que comienza tras los 10 días de la exposición al virus y suele durar de 4 a 7 días. Al principio, el niño puede presentar tos seca, secreción nasal y lagrimeo, además de pequeñas manchas blancas en las mejillas y luego por todo el cuerpo. Después de la introducción de la vacuna triple vírica en los años 70, la incidencia del sarampión bajó considerablemente. Sin embargo, con la tendencia anti-vacunas, casos de sarampión están en aumento. Sigue las dudas más comunes de los padres sobre esta enfermedad:

Todo lo que has de saber sobre el sarampión en los niños

Muchos padres tienen dudas y preocupaciones sobre el sarampión. Aquí te presentamos algunas de las preguntas más comunes y frecuentes de los padres, junto con sus respuestas:

¿Qué es el sarampión y cómo se contagia?

El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta especialmente a los niños. Se transmite por vía respiratoria, por el contacto directo con las secreciones que provienen de la boca y nariz de una persona infectada, por ejemplo, a través de la tos o los estornudos.

El agente responsable del sarampión es un paramyxovirus, familia a la cual también pertenece el virus de la parotiditis. La contagiosidad se extiende desde cuatro días antes de la aparición de las manchas en la piel, hasta cuatro días después de haber desaparecido éstas.

Qué síntomas pueden presentar los niños con sarampión

El sarampión se inicia con una fase inespecífica (pródromos), consistente en la presencia de una ligera fiebre (elevación de la temperatura corporal), síntomas catarrales y malestar general.

Tras esta fase, se inicia el período de estado, consistente en fiebre alta (39-40º), tos, secreción nasal, dolor de garganta, enrojecimiento de la conjuntiva del ojo y aparición de manchas en la piel que tienden a fusionarse. Los sarpullidos comienzan a aparecer en la cara, y luego se extienden al resto del cuerpo. De forma paralela, dentro de la boca, en la cara interna de la mejilla, aparecen unas manchas blanquecinas (manchas de Koplik).

Cómo se puede saber si tu hijo tiene sarampión

Cómo se diagnostica el sarampión en los niños

¿Cómo saber si tu hijo tiene sarampión? Si tu hijo presenta los síntomas del sarampión, especialmente si no ha sido vacunado o ha estado expuesto a alguien con la enfermedad, es importante que lo lleves al médico para un diagnóstico adecuado. Si el pediatra sospecha clínicamente un sarampión, solicitará una determinación de anticuerpos específica, así como un frotis de la faringe.

¿Qué complicaciones pueden ser causadas por el sarampión en niños?

¿El sarampión puede causar complicaciones? Sí. Si no es tratado adecuadamente puede llevar a problemas graves, sobretodo en bebés y niños pequeños, u otras personas con el nivel de inmunología bajo. Estas pueden ser las complicaciones:

• Respiratorias: laringitis, bronquitis, otitis (infección en el oído), neumonía
• Neurológicas: encefalitis (inflamación del cerebro)
• Hematológicas: trombopenia

Las complicaciones suelen ser más frecuentes en niños menores de dos años, con baja inmunidad y/o malnutridos. En casos raros, pueden ser fatal.

¿Cuál es el tratamiento que se emplea a un niño con sarampión?

No hay un tratamiento específico para el virus del sarampión. El manejo de la enfermedad se centra en aliviar los síntomas y tratar las complicaciones si estas ocurren. El tratamiento de esta enfermedad es sintomático: antitérmicos (ibuprofeno, paracetamol), hidratación, reposo relativo. Los casos más graves requieren ingreso hospitalario. El mejor tratamiento es la prevención.

La vacuna es la forma más eficaz para evitar el sarampión en niños

¿Cómo prevenir o evitar que los niños contraigan el sarampión?

El tratamiento más importante para cualquier enfermedad es la prevención. Para lo cual, desde Guía Infantil no nos cansaremos de repetir la importancia de vacunar de manera universal a todos los niños. La vacunación es la forma más efectiva de prevenir el sarampión. La vacuna triple vírica o MMR (sarampión, paperas, rubéola) se recomienda para los niños y es altamente eficaz.

¿A qué edad se recomienda vacunar a los niños contra el sarampión?

Los niños necesitan recibir dos dosis de la vacuna. Por lo general se suele administrar la primera dosis de la vacuna triple vírica o MMR a los bebés de 12 a 15 meses de edad. Una segunda dosis se suele administrar en niños de 4 a 6 años. De todos modos hay que considerar el momento de la vacunación de acuerdo con lo que determine el médico en cada país.

¿Puedo cuidar a mi hijo con sarampión en casa?

Claro que sí, desde que no haya complicaciones. Debes asegurarte de que el hijo enfermo se hidrate y descanse muy bien. Para la fiebre y demás síntomas debes seguir lo que diga el médico de tu hijo. Por lo general, suele usar medicamentos como el paracetamol o ibuprofeno. Es importante seguir el tratamiento que el pediatra recomiende.

¿Mi hijo puede ir a la guardería o escuela si tiene sarampión?

No, de ninguna manera. Niños con sarampión deben quedarse en casa para evitar el contacto con otras personas, especialmente las que no están vacunadas o que tengan la inmunidad baja. Como ya lo hemos dicho, el sarampión es altamente contagioso.

Todo lo importante que debes saber sobre el sarampión en niños

¿Un niño puede contraer sarampión más de una vez?

No. Una vez que un niño contraiga sarampión se hace inmune por el resto de su vida, lo que significa que no podrá volver a tener esta enfermedad. Es muy poco probable que el niño vuelva a contraer sarampión. La vacunación le protege de forma eficaz contra tres virus. De todos modos, es importante vacunar a los niños y seguir los consejos del médico para proteger la salud de los niños.

En caso de lactantes de 6-11 meses que precisen estancias prolongadas en países con mayor número de casos de sarampión, tanto europeos (Francia, Grecia, Italia, Reino Unido y Rumanía) como no europeos, antes de viajar se ha de valorar la necesidad de que reciban una dosis extra de vacuna triple vírica. Los viajes cortos por motivos turísticos no reciben ninguna vacuna adicional.

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