Verdades y mentiras sobre cómo curar las quemaduras en niños
El paso a paso de una completa guía para curar una quemadura en niños
- 8 mitos sobre cómo curar las quemaduras infantiles
- Paso a paso para curar una quemadura en niños
¡Cuidado con los remedios caseros para curar las quemaduras! Estos tratamientos, que se heredan generación a generación, pueden resultar contraproducentes ya que a veces secan la piel o provocan infecciones. Te contamos qué hay de mito y qué hay de realidad y cuál es la manera más apropiada para curar las quemaduras.
8 mitos sobre cómo curar las quemaduras infantiles
Las quemaduras en la piel son frecuentes e indeseados episodios que sufren los pequeños en casa. Las más comunes son las producidas por líquidos calientes, por ejemplo, cuando no comprobamos la temperatura del agua del baño o por contacto con superficies como radiadores, calefactores y planchas. Y, un dato muy importante aportado por Beatriz Martín, enfermera pediatrica, "el 90 % de estos accidentes ocurre en la cocina mientras estamos preparando la comida".
Después de esta información, está claro que, como padres, tenemos que poner más atención a la seguridad de nuestros hijos dentro del hogar, pero en el caso de que se produzca un accidente y tener que curar las quemaduras en niños, hay ciertas cosas que NO debemos hacer. Hablamos de esos mitos que han pasado de abuelas a madres y que, más que ayudar a sanar, pueden empeorar la herida.
1. Pasta de dientes
¿Quién no ha oído que la pasta de dientes es una solución perfecta para calmar el dolor de una quemadura? ¡Pues cuidado! Aunque es cierto que en un primer momento el frescor del dentífrico pudiera aliviar la quemazón, al secarse y formarse una masa dura encima de la herida, la piel tirará y se secará y la quemadura empeorará.
2. Mantequilla
La única acción calmante de la mantequilla se debe también al frío que aplica sobre la piel, ya que la sacamos de la nevera. Pero poner mantequilla en la herida no es una buena solución porque atrae suciedad hacia ella, incrementando el riesgo de infección.
3. Monda de patata
Por su alto contenido en vitamina C, se extendió la falsa creencia de que la piel de una patata en su parte interior podría ayudar a curar una quemadura, pero esto es una falacia.
4. Clara de huevo
Por su efecto tensor, su textura de gel y por contener proteína, la sabiduría popular otorgó a la clara de huevo propiedades como analgésico para las quemaduras, pero en realidad la clara de huevo podría ser un impedimento para la curación de las mismas. La clara se puede quedar pegada en la piel, provocando infecciones.
5. Hielo
Como aplicamos hielo a los golpes, muchas veces también tendemos a ponerlo sobre las quemaduras. ¡No lo hagas! Esta acción puede dañar los tejidos. Además, a veces el hielo se queda pegado en la piel, causando mucho dolor al retirarlo.
6. Alcohol
Antes se echaba alcohol a las heridas, pero hace mucho tiempo que se descubrió que el alcohol seca, irrita y deshidrata.
7. Tomate
Cortar unas rebanadas de tomate y ponerlas en la quemadura es algo que se ha hecho toda la vida y que tampoco sirve para nada. De momento refresca la zona por el poder humectante del tomate, pero no cura.
8. Harina de maíz
La harina de maíz mezclada con agua también se ha usado tradicionalmente para aliviar quemaduras. Al igual que los anteriores remedios, ofrecerá la sensación de frescor en un principio, pero tampoco es un remedio eficaz.
Paso a paso para curar una quemadura en niños
Antes de curar una quemadura en niños, hay que evaluar la parte afectada para conocer la gravedad de la misma. Según la profundidad de la lesión producida, encontramos tres tipos de quemaduras:
- De 1º grado
Son las más superficiales. Se observa enrojecimiento de leve a intenso, un poco de inflamación en la zona y duelen si se tocan. Son, por ejemplo, las que se producen por la exposición prolongada y sin protección solar.
- De 2º grado
Afecta a la epidermis y a la capa más profunda. Presentan ampollas y dolor intenso aún sin contacto.
- De 3º grado
Son las más graves, porque se ven implicadas todas las capas de la piel y se han visto afectado los nervios. Pueden ser negras o blancas.
En cualquier de estos tres casos, la forma de actuar va a ser muy parecida:
- Retirar la fuente de calor. Si la ropa está ardiendo -apagarla cubriéndolo con una manta o haciéndolo rodar por el suelo.
- Quitar la ropa y accesorios que puedan seguir siendo fuente de calor y siempre y cuando no esté pegada a la piel, también si está impregnada por un cáustico.
- Enfriar la quemadura inmediatamente aplicando agua fresca durante 10-20 minutos, pero hacerlo sin ejercer ningún tipo de presión.
- Limpiar la zona con agua y jabón suave, o suero fisiológico 'a chorro'.
- Si es pequeña y de primer o segundo grado, es decir si la piel está íntegra, aplicar una crema hidratante y vigilar si se producen cambios. Para el dolor se puede administrar al niño la dosis correspondiente de paracetamol o ibuprofeno.
- Y, por último, no apliques hielo sobre la lesión (puede producir el efecto contrario), ni pinches las ampollas para explotarlas (es una entrada a la infección) ni tampoco frotes la quemadura.
Si las quemaduras son muy extensas o profundas, afectan a articulaciones, zonas de pliegues, manos, pies, genitales o el rostro, acudir de inmediato a un centro de salud.
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