Cómo hablar a un niño que tartamudea para ayudarlo - Disfemia infantil

La disfemia, o tartamudez, es un trastorno del habla que afecta a su fluidez. Los niños que lo presentan suelen tener dificultades a la hora de expresarse al ritmo que se consideraría estándar y encontrar las palabras adecuadas. Pese a que el tartamudeo es un trastorno bastante frecuente, el 80 por ciento de los casos se solucionan favorablemente a medida que el niño va creciendo. A continuación, te damos algunos consejos para que sepas cómo hablar a un niño que tartamudea para que mejore su fluidez al comunicarse.

¿Por qué mi hijo tartamudea y no habla fluido?

El tartamudeo es bastante frecuente cuando los niños empiezan a hablar y a asistir a la escuela, ya que, en este momento, son muchísimas las palabras que aprenden cada día. Por ello, no es difícil de comprender que les cueste seleccionar la palabra adecuada o pronunciarla correctamente.

No se sabe bien cuál es la causa de la tartamudez, pero sí que se sabe que no responde a un trauma o similar. El tartamudeo tiene una base genética y es más notable en los niños que en las niñas.

Cómo hablar a un niño con tartamudez para ayudarle

Hay muchísimas maneras en las que los padres podemos ayudar a los hijos a superar el tartamudeo infantil. A continuación te damos algunas pistas para que apliques en casa.

1. Nunca termines sus palabras
   Nunca debemos terminar las palabras por ellos, sino todo lo contrario. Es importante tener paciencia y dejar que el niño acabe de pronunciar las palabras completamente, aunque tartamudee, ya que este pequeño esfuerzo le irá facilitando la adquisición y el uso del nuevo vocabulario. En los casos más severos, podemos ayudarle un poco, pero siempre en un entorno familiar donde el niño se sienta cómodo y seguro.
2. No mostrar negatividad ante su habla
   Los padres sabemos que la fluidez de habla de nuestros hijos no es correcta, pero ellos no. Ponen un gran esfuerzo en superar estos bloqueos al comunicarse y, si les mostramos que lo hacen mal, podemos acabar por dañar su autoestima. Además, si el niño se pone nervioso, el tartamudeo incrementará.
3. Respeta su ritmo de aprendizaje
   Nunca debemos caer en el error de comparar a nuestro hijo con los demás niños y sacar conclusiones basadas en las habilidades de unos y otros en un momento dado. Solo los especialistas pueden detectar retrasos en el aprendizaje, por lo que nunca debemos dejarnos llevar por el hecho de que un niño hable mejor que el nuestro. Y, menos, apresurar a nuestro pequeño para que deje de tartamudear.
4. Controla tu lenguaje no verbal
   Los niños aprenden por observación, algo que les convierte en expertos a la hora de interpretar nuestro lenguaje no verbal. Por ello, ante situaciones de disfemia o tartamudez debemos hacer un esfuerzo para controlar el nerviosismo que sentimos.
5. Tener muchas conversaciones
   Los niños siempre deben tener momentos para comunicarse con sus padres. El lenguaje se adquiere mediante su uso, por lo que hablar mucho siempre les ayuda: aprenden más vocabulario y mejoran la gramática. En el caso de los niños que presentan tartamudeo, las conversaciones con los adultos les ofrecerán la posibilidad de escuchar mejor las palabras, fijarse en su pronunciación, etc.
6. No evitar el contacto visual
   Hemos hecho referencia al lenguaje no verbal anteriormente, pero el contacto visual merece una atención especial. Nunca debemos evitar el contacto visual con nuestro hijo cuando tartamudee, ya que esto solo le hace sentir inseguro e intensifica la dificultad para completar la palabra.

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Juegos para ayudar a un niño con tartamudeo o disfemia

Los juegos son un gran recurso para ayudar a los niños en su aprendizaje. Ante un caso de tartamudez, los padres podemos usar diferentes recursos educativos. En esta ocasión, me gustaría hablarte sobre los beneficios de usar una marioneta o un muñeco para ayudar a un niño que tartamudea.

A través de esta marioneta (que, además, podéis hacer de forma casera) podéis enseñarle al niño, poco a poco, cómo debe pronunciar las palabras que más le cuestan. Así mismo, también podemos hacer que esta marioneta tartamudee de vez en cuando para normalizar esta dificultad y tranquilizar al niño.

Además, podéis leer cuentos ya que le ayudarán a mejorar su vocabulario y la pronunciación de las palabras. Adicionalmente, podemos pedirle que invente uno con nosotros, de modo que él deba buscar palabras en su interior y aprenda a pronunciarlas correctamente.

Pese a que la tartamudez es bastante frecuente entre los 2 y los 5 años de edad, son muchos los padres que sienten una enorme preocupación cuando lo ven en sus hijos. Ante esta situación, lo mejor es consultar con un especialista y ayudar al niño a pronunciar mejor las palabras que más le cuesten. Así mismo, es fundamental tener mucha paciencia y transmitir tranquilidad y seguridad al pequeño.

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