Cuándo llevar a un niño al fonoaudiólogo por un trastorno del lenguaje

A veces nos preguntamos ¿cuándo llevar a un niño al fonoaudiólogo por un trastorno del lenguaje? Pero son muchos los perjuicios que tenemos a la hora de llevarlo o de siquiera plantearnos la posibilidad. Tendemos a culparnos a nosotros mismos de los trastornos que padecen nuestros hijos, algo que nos lleva a querer actuar por nuestra cuenta sin acudir a un fonoaudiólogo o logopeda.

Sin embargo, esta práctica solo llevará a que el niño siga desarrollando con este trastorno sin ningún tipo de estrategia que le ayude y, por ende, acabará afectando a todo su desarrollo. De este modo, cuando empecemos a sospechar de un trastorno es vital acudir a un logopeda para que este haga una valoración y nos pueda ofrecer el tratamiento adecuado.

¿Debo llevar a mi hijo al fonoaudiólogo por un trastorno del lenguaje?

Para comenzar debemos preguntarnos: ¿qué es un trastorno del lenguaje y cuáles son sus síntomas? Uno de los trastornos más habituales en los niños es el TEL, el trastorno del lenguaje o Trastorno Específico del Lenguaje. Se dice que no hay dos TEL iguales, ya que cada niño desarrolla el lenguaje a su manera y a su ritmo. Sin embargo, sí contamos con algunas similitudes entre ellos, lo que nos lleva a poder diferenciar tres de ellos:

1. Trastornos del lenguaje receptivo
   Cuando hablamos de un trastorno del lenguaje receptivo hacemos referencia a la incapacidad que presenta un niño o niña a la hora de comprender, ya sea del lenguaje oral o escrito.
2. Trastorno del lenguaje expresivo
   Un trastorno del lenguaje expresivo hace referencia a la dificultad de expresarse del niño o niña; es decir, les resulta muy complejo poder verbalizar sus pensamientos e ideas.
3. Trastornos mixtos
   Los trastornos mixtos del lenguaje hacen referencia a una dificultad tanto a la hora de expresarse como a la hora de comprender lo que se les dice o leen.

Los síntomas de un trastorno del lenguaje también varían en función de la dificultad que se presente. Así, en el caso del trastorno del lenguaje receptivo, los niños y niñas mostrarán una dificultad a la hora de seguir instrucciones o bien a la hora de organizar la información.

Los síntomas del trastorno de lenguaje expresivo son más fáciles de identificar y tanto los padres como los maestros pueden darse cuenta de ello a edades muy tempranas. Los síntomas de este trastorno incluyen un retraso en el inicio del habla, así como dificultades a la hora de expresarse.

Los síntomas de los trastornos del lenguaje varían en función del tipo; por este motivo, y con el fin de poder encontrar el mejor tratamiento, es crucial acudir a un profesional para que pueda valorar a nuestro hijo. Y, cuanto antes lo hagamos, mejor: una intervención temprana minimiza mucho las consecuencias de este tipo de trastornos.

La importancia de llevar al niño al logopeda o al fonoaudiólogo

Acudir a un logopeda o al fonoaudiólogo es algo que debemos hacer desde el primer momento en el que sospechemos de que algo puede no estar yendo del todo bien. A veces, los niños simplemente presentan un retraso a la hora de emitir sus primeras palabras y esto no quiere decir que haya trastorno alguno.

Sin embargo, será un especialista el que deberá valorarlo en función de la edad del niño y su capacidad para expresarse y comprender lo que se le dice. Así mismo, este profesional nos ofrecerá un tratamiento acorde con las necesidades de nuestros pequeños.

Los tratamientos que nos pueden proponer los logopedas o los fonoaudiólogos pueden ser muy variados, ya que estos deben adaptarse a las necesidades de cada niño. Aun con pequeñas diferencias, estos tratamientos suelen basarse en la terapia del habla habitual y la psicoterapia.

La terapia del habla habitual es un conjunto de acciones encaminadas a trabajar, de modo individual, la gramática y el vocabulario. Así mismo, se ofrecen estrategias al niño para que vaya superando sus dificultades. Algunos ejercicios de esta terapia deben hacerse también en casa para reforzar y afianzar el progreso. La psicoterapia, por su lado, solo se aconseja cuando los niños presentan problemas emocionales como consecuencia de sus dificultades con el lenguaje.

Aplicando el tratamiento adecuado, los niños y niñas podrán ir progresando y, de este modo, proseguir con sus estudios. Del mismo modo, disfrutarán de mejores relaciones, pues sus conversaciones empezarán a ser más fluidas.

Cómo dejar atrás los prejuicios sobre los trastornos del lenguaje (TEL)

Las causas que pueden dar lugar a los trastornos del lenguaje pueden ser genéticas o bien deberse a otras condiciones como el trastorno del espectro autista, nacimiento prematuro, discapacidades intelectuales o el Síndrome de Down. Por este motivo, los padres debemos dejar de auto inculparnos y buscar los mecanismos que le permitan conseguir estrategias con el que superarlo. No tiene sentido buscar culpables, sino que buscar profesionales.

Además, es fundamental evitar caer en el error de pensar que nosotros podremos trabajar este problema desde casa o pensar en 'el qué dirán' los demás: lo importante es nuestro hijo y debemos hacer lo que sea mejor para él. Así, no podemos asustarnos cuando nos digan que nuestro hijo tiene un trastorno del lenguaje, sino que debemos ver este diagnóstico como el primer paso hacia su gestión.

Acudir al logopeda o al fonoaudiólogo es crucial para evaluar el trastorno de lenguaje de nuestro hijo o hija, así como para iniciar el tratamiento que se adapte a él o ella y, de este modo, darle las estrategias para que pueda seguir con sus estudios y disfrutar de sus relaciones sociales.

Cuándo llevar a un niño al fonoaudiólogo por un trastorno del lenguaje dependerá muchísimo de lo que los padres veamos en casa, pero ante la dificultad del niño por comunicarse, hay que llevarlo lo antes posible.

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