Qué hacer si el niño no sabe pronunciar la R S o C - Juegos de logopedia

El que un niño tenga dificultades a la hora de pronunciar algunas letras es más común de lo que parece, sobre todo en el caso de los más pequeños. ¿Qué hacer si el niño no sabe pronunciar la R S o C? Los juegos de logopedia son la solución. Si tu hijo también se traba con palabras que contienen la R, la S o la C los juegos de Isabel Rodríguez, logopeda, le vendrán muy requetebién para mejorar en la pronunciación.

Juegos para niños para mejorar la pronunciación de la R S o C

Comencemos con la R, ya que es uno de los fonemas más difíciles de aprender a pronunciar, de hecho, es de los últimos en adquirirse, pues supone la combinación de fuerza y coordinación fono respiratoria.

De este modo, la R suave, por ejemplo, 'pera', se aprende a pronunciar en torno a los cuatro años. Mientras que la R fuerte, 'perro', 'rápido', se adquiere un poco más tarde, entre los 5 o 6 años, siempre dependiendo del ritmo de cada niño. Si observamos que le cuesta, que tiene alguna dificultad, podremos hacer una serie de ejercicios muy sencillos y efectivos.

• Ponte con tu hijo frente al espejo y enséñale de qué manera se coloca la lengua, cómo sube y baja, y de qué forma hay que colocarla para poder pronunciar la R y que tenga el sonido adecuado.
• En el juego de la montaña rusa aprenderemos a coger y soltar el aire. Colocamos la lengua y soltamos aire. Poco a poco la lengua realizará el movimiento de vibración necesario para la pronunciación de algunos fonemas.
• Otro recurso que también funciona muy bien es el juego de la Rana. Como si del tradicional juego de la oca se tratara, solo que con animales y figuras que contienen la letra R: ratón, reír, rinoceronte, torre… Cada vez que nuestra ficha caiga en una casilla la nombraremos en voz alta.

¿Qué hacer para ayudar a los niños a pronunciar la S? 4 ejercicios básicos

Junto con la R la S es otra de las letras que más compleja resulta a muchos niños y niñas, por eso la reemplazan por la letra Z o la T. Si también es el caso de tu niño no dudes en realizar estos ejercicios.

1. De nuevo frente al espejo enseña a tu niño cómo se coloca la lengua y el paladar gesticulando todo lo que puedas y exagerando los movimientos para que los pueda imitar e interiorizar. Aprovecha para contarle que la letra S es un poco tímida ¡no le gusta salir de casa! Y por eso se queda protegida por los dientes. Por eso es distinta de la T y la Z las cuales sí se asoman por la puerta.
2. Es necesario que nosotros como adultos hagamos una correcta discriminación auditiva para que ellos sepan cuando estamos diciendo un fonema u otro. Por eso procura gesticular bien.
3. Otro juego que les gusta mucho es el de asociar la letra a un gesto. Por ejemplo, cuando digamos la letra S daremos un salto y cuando digamos la letra T nos quedaremos parados. De esta manera aprenderán diferenciar y a saber cuando una palabra lleva Z, C o S.
4. Muy interesante y divertido también es ir tirando la pelota a la vez que decimos palabras inventadas que contengan la letra S.

Otros juegos de logopedia para mejorar la pronunciación de la C

La edad aproximada de la adquisición de este fonema es entre los 3 y los 4 años, edad en la que ya lo suelen decir correctamente. El motivo de dificultad se halla en que el punto de articulación no es visible, lo que hace que su ubicación sea difícil. Por eso es comúnmente sustituirlo por el fonema T. ¿Qué podemos hacer desde casa?

• Coloca la mano de tu hijo bajo su barbilla para que note cómo se mueve la lengua al decir el sonido. La lengua tapa la garganta y parece un tobogán, así, en lugar de parecerles tan abstracto, lo comprenderán mucho mejor.
• Pide a tu niño que sujete un cereal con la lengua para que aprenda a controlar el movimiento. Así irá poco a poco interiorizando el fonema y trabajando la musculatura de la boca.
• De igual modo puede ir practicando con el sonido G e ir sumándole intensidad: cada vez haremos el sonido G con más fuerza.
• También se puede jugar con juegos cotidianos de su gusto. Por ejemplo, los bolos: según el número de bolos que hayamos derribado diremos unas palabras con esta letra. Seguro que de tan motivante que le resulta te pide jugar una y otra vez.

Recuerda que cada niño lleva su propio ritmo de aprendizaje y que, donde unos niños adquirirán antes el lenguaje, otros en cambio tardarán un poco más. No obstante, si ya ha cumplido los 6 años y sigue teniendo problemas a la hora de decir ciertas letras sería recomendable acudir al logopeda para que le valore y pueda dar las recomendaciones oportunas.

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