Tartamudez y bullying - Cómo ayudar a los niños a enfrentar las burlas

Cuando un niño tiene trastorno de la fluidez o tartamudez no solo ha de enfrentarse a esta dificultad de comunicación, sin que además en ocasiones, es su entorno cercano, se producen burlas e intolerancias con las que también tiene que lidiar. Hoy hablaremos de tartamudez y bullying: cómo ayudar a los niños a enfrentar las burlas. ¿Qué hacer cuando los niños no comprenden ni aceptan lo diferente? Icíar Casado, psicóloga y máster en logopedia clínica, nos cuenta cómo ayudar a nuestro hijo con tartamudez a mejorar la situación de bullying.

6 tips para ayudar a un niño que sufre bullying por su tartamudez

Cuando el alumno con tartamudez está dentro del aula ha de hacer frente a la frustración, así como a la gestión de las emociones y los posibles conflictos que surgen en el aula. ¿Hay malestar emocional? ¿Tiene dificultades para integrarse en su grupo de iguales? En este sentido, los docentes pueden seguir los siguientes recursos y estrategias:

1. Implementa actividades de inclusión que involucren a toda la clase y que sean del agrado del niño con tartamudez.
2. Enseña a los compañeros que deben darle tiempo para que se exprese, para que termine la frase. Establece las pautas según el modo en el que han de comportarse: no se interrumpe cuando habla, le damos espacio, no le corregimos.
3. Dedica una sesión a hacerles ver, mediante juegos, que todos somos iguales, pero a la vez diferentes, que a cada uno nos cuesta una cosa y se nos da genial otra.
4. Los juegos de rol (rol playing) en los que los niños se tienen que poner en el lugar del otro también son muy útiles a la hora de fomentar la integración en el aula.
5. Evita situaciones de exposición. Hasta que no esté preparado no tiene por qué hablar delante de toda la clase o explicar su trabajo al resto de compañeros. En su lugar le podemos proponer que comience hablando en pequeños grupos.
6. Crea situaciones de aprendizaje en las que él sienta que tiene el control para su mayor seguridad y bienestar.

En qué consiste el estado emocional de los niños con tartamudez

El trastorno de la fluidez, más conocido como tartamudez, se caracteriza por la repetición al inicio de las palabras o frases unido a la prolongación de una palabra o sonido dentro de una misma oración, así como la dificultad para pronunciar frases largas sin interrupciones o silencios.

Dicha dificultad de comunicación aparece en los primeros años de vida cuando el niño recién adquiere el habla y, cuanto antes se detecte y más pronto se comience con la terapia, mejores resultados se lograrán. Es por ello que se debe estar muy pendiente de su lenguaje.

Pero no solo se debe trabajar la pronunciación como tal o los sonidos mediante diferentes recursos y estrategias. También es importante atender a las necesidades sociales y afectivas que presentan estos niños y niñas, quienes suelen ser muy vulnerables justo por su condición.

Para ellos supone todo un esfuerzo y un impedimento para comunicarse al igual que hacen sus iguales. Por eso en ocasiones su autoestima se ve perjudicada. En especial si son objeto de burla o incluso de bullying por parte de aquellos que no contemplan ni aceptan lo diferente.

¿Qué se hace en terapia con los niños con tartamudez?

Entrando ya en la terapia de los niños con este trastorno de la fluidez, durante las sesiones se trabaja la fluidez siempre atendiendo a las características individuales de cada niño, previa evolución por parte del pediatra, el equipo de orientación escolar o el psicólogo. Por lo tanto, se trabaja la fluidez y la comunicación con diversos ejercicios siempre procurando que tengan un componente lúdico para su mayor motivación y participación. Por ejemplo, con estos recursos:

- Ejercicios de soplo

Realizar ejercicios de soplo tales como hinchar globos o soplar con pajitas ayudará a fortalecer los órganos fonadores. Son muy sencillos y eficaces, por eso también se recomiendan para casa.

- Técnicas de respiración

Trabajar la respiración diafragmática: una respiración profunda en la que el aire llegue al diafragma, también es muy útil para posteriormente comenzar con los sonidos.

- Juegos de palabras

Por otro lado, se pueden hacer muchos juegos de palabras acordes a la edad y nivel cognitivo del pequeño. Por ejemplo, el terapeuta comienza una frase y le pide al niño que la termine. Este recurso se podría usar en el aula en pequeño grupo.

- Alargar las vocales al hablar

Al leer un cuento le pediremos que alargue las vocales para que vaya interiorizando y discriminando los fonemas.

- Imitar sonidos de animales

Jugar a la imitación de sonidos, por ejemplo, de animales, pues les resulta muy motivante y contribuye a ganar en fluidez debido al estímulo de las cuerdas vocales.

- La conversación

En las siguientes sesiones y cuando el niño se vea preparado se puede probar con la conversación sobre un tema de su agrado que él mismo escoja y siempre sin forzar, respetando sus ritmos.

De igual modo, recuerda que es fundamental la coordinación entre las familias, el terapeuta y los docentes sobre la evolución del pequeño, así como para comentar las estrategias que se están llevando a cabo.

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