Trastornos y problemas de la voz y del habla en niños

Los niños gritan al hablar y a menudo llegan a quedarse con la voz ligeramente dañada (disfonía) o incluso sin voz en algunos casos (afonía). Es por ello que es muy importante concienciar a las familias sobre detección de esos trastornos y sus tratamientos. ¿Cómo saber si se trata de una problemática puntual o si se requiere de ayuda profesional? Te contamos los principales indicadores de riesgo, lo que puedes hacer en casa y los pasos a seguir si el niño tiene problemas de voz.

3 indicadores de riesgo de los problemas de voz en los niños

Ante la presencia de dudas y preocupaciones en torno a la voz de los niños es normal preguntarse ¿Tengo suficientes indicadores para preocuparme? ¿Puedo hacer algo desde casa? ¿A quién puedo acudir? A continuación, te resumimos los tres principales indicadores de riesgo, las tres mejores propuestas para hacer en casa y los tres profesionales a quién acudir en caso de considerarse necesario.

1. Con qué periodicidad ocurre el problema en la voz
Será importante preguntarnos si las pérdidas de voz o afonías son puntuales, relacionados con actividades y acontecimientos excepcionales, o por el contrario son más frecuentes y habitual, es decir, ocurren de forma periódica.

2. En qué momento del día suele ocurrir el problema en la voz
También será importante preguntarnos si la voz va empeorando gradualmente a lo largo del día por fatiga y abuso, o por el contrario desde primera hora de la mañana ya existe la perdida.

3. Cuando se puede decir que el trastorno de voz es grave
Es posible que solo exista una leve molestia con carraspeo para aclarar la voz, o por lo contrario puede haber grado existir una mayor molestia o incluso muestras de dolor e incomodidad. En este último caso, lo mejor es consultar al pediatra.

3 propuestas sobre qué hacer ante un problema de voz en niños

1. Haga con que el niño(a) se hidrate bien
Beber agua ayuda a hidratar la mucosa de los pliegues vocales, por ello es muy saludable beber antes y después de cada actividad intensa. Intenta conseguir que los niños beban de 1-3 litros diarios de agua para mantener la garganta hidratada.

2. Enseñar a los niños a descansar la voz
En caso de molestia, dolor o pérdida de voz, es indispensable guardar cierto reposo vocal. Y aunque es cierto que no siempre es fácil buscar actividades tranquilas que promuevan el silencio, sigue siendo muy aconsejable en el grado que sea posible.

Enseña a tu hijo (a) a hablar en voz baja y de forma suave pero sin susurrar. El susurro puede molestar e irritar la laringe o garganta.

3. Evitar algunos tipos de ambientes con niños
También será importante hacer atención a las variables de nuestro entorno, por ejemplo: un ambiente ruidoso que provoca que alcemos la voz, un ambiente con humo o con exceso de aire acondicionado que pueda resecar la mucosa vocal o incluso alimentos muy fríos o muy calientes.

Aparte de evitar esos tipos de ambiente, los padres también deben evitar expresar demasiada preocupación sobre el trastorno delante de los niños. Eso podría causarles estrés, inhibición y angustia. Lo mejor es escuchar y apoyar a los niños y demostrar su amor.

Los 3 mejores profesionales para tratar trastornos de voz en niños

El tipo de tratamiento para cada trastorno de la voz depende de la gravedad del problema y de sus causas. Los problemas se voz se pueden valorar en conjunto entre 3 profesionales Y de preferencia un otorrinolaringólogo especialista en enfermedades de al voz (Laringólogo).

1. Cuando llevar el niño a un Pediatra
El pediatra es el primer profesional de contacto ante cualquier problema de voz en niños. El pediatra puede diagnosticar y aplicar un tratamiento a los niños cuando el trastorno de la voz sea del tipo más común, una ronquera, voz áspera o dificultad para vocalizar, expresarse o comunicarse. El pediatra puede ayudar a los niños a los problemas de voz en su primera etapa, cuidando de su garganta y cuerdas vocales.

2. Cuando llevar el niño a un Otorrinolaringólogo o laringólogo
Esos profesionales diagnostican y tratan las afecciones de la voz, y específicamente de la laringe de los niños. Prestarán una atención amplia, precisa e integral para una gran cantidad de afecciones y trastornos vocales, que van desde un simple dolor de garganta hasta lesiones y parálisis de las cuerdas vocales. Serán los responsables de las pruebas de imagen para confirmar o descartar cualquier posible lesión vocal.

3. Cuando llevar el niño a un Logopeda
El logopeda será el profesional encargado de la rehabilitación de la voz para ofrecer pautas y entrenamiento para su mejora. Un logopeda ayudará al niño a darse cuenta a tiempo de cualquier problema o retraso en el lenguaje y será posible intervenir y ayudar al correcto desarrollo de la comunicación. El logopeda trabajará la parte oral, sino conjuntamente la escrita, ayudando así a los niños que puedan contar con algún grado de dislexia.

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