Guía para elegir el mejor calzado para los pies de los niños y bebés
Todo sobre los zapatos infantiles y los problemas podológicos más comunes en niños
- Cómo son los mejores zapatos para los niños y los bebés
- El calzado para los pies de los niños según su edad
- Cómo elegir la talla de zapatos correcta para tu hijo
- Pies planos y otros problemas para llevar al niño al podólogo
Los pies son la base de todo cuerpo, aquello sobre los que descansa todo nuestro peso, y por ello es necesario mantener un ojo vigilante sobre la salud podológica de los más pequeños. Eso significa saber cómo elegir el mejor calzado según la edad de los niños y los bebés, qué son los pies planos, cuándo ir con tus hijos al podólogo... A continuación encontrarás una guía completa para resolver todas las dudas relacionadas con los zapatos y los pies de los niños.
Cómo son los mejores zapatos para los niños y los bebés
Lo primero que hay que entender es el estado de desarrollo de nuestros pequeños, es decir, según su estadio y edad. Es un error pensar que el pie de los niños es como el pie de un adulto, pero más pequeño. Estos llevan una evolución propia y a medida que crecen van mostrando cambios. Por ello, el mejor calzado para los niños es:
- Flexible.
- Ajustable con velcro o cordones.
- Con plantilla extraíble.
- De un material transpirable.
- Con la horma amplia para no comprimir los dedos.
Por supuesto, con el paso del tiempo, puede que necesiten tener otros agregados para mejorar la estabilidad o la forma física, pero eso siempre se ve junto a un especialista. Se recomienda comprar los zapatos en horas de la tarde y escuchar la opinión de los pequeños en cuanto a si les resulta cómodo el calzado, pues hay que recordar que es él quien lo llevará puesto.
El calzado para los pies de los niños según su edad
En las etapas de pre gateo los bebés no deben utilizar zapatos, sino solamente patucos o calcetines gruesos para protegerlos y que no pierdan la temperatura de los pies. Esto se debe a que a esta edad, los niños descubren el mundo a través de los pies y las manos (además de la boca), por lo que cuando les dejamos descalzos estamos ayudando a su desarrollo neurológico.
Cuando los niños crecen, estos receptores que se tienen en los pies se vuelven propioceptivos, lo que otorgan información sobre el equilibrio y la postura, es entonces cuando un pequeño puede utilizar zapatos de suelas finas y flexibles para que pueda hacer el movimiento natural al andar.
Otras de las pautas que debemos tener en cuenta a la hora de elegir el mejor calzado para tu hijo:
- No comprar zapatos más grandes para que no se les queden rápidamente pequeños
Algo que debemos resaltar es que no se debe comprar zapatos más grandes con la idea de que duren más. Aunque los padres nos sintamos tentados a ello, pues ahorramos un poco en la compra de calzado, estos zapatos pueden ser muy incómodos para los niños y no les dan la sujeción que necesitan. Además los pies no crecen tan rápido, pues cada 3 o 4 meses el pie crece aproximadamente media talla.
- Nunca heredar zapatos de hermanos
Es muy común que entre hermanos queden herencias de ropa y zapatos, pero esto se debe evitar a toda costa, al menos a lo que se refiere con el calzado, porque cada niño tiene su propia pisada. Por ejemplo, si el hermano mayor ha deformado los zapatos y el pequeño no tiene ese problema, de inmediato se le crea uno que no tenía.
- No olvides la revisión profesional en los pies
Es importante observar el andar de los niños, pues algunos pueden desarrollar trastornos que se vuelven complicados al crecer. Si este es el caso, se recomienda ir a ver un podólogo infantil a partir de los 4 años que es cuando ofrecen datos significativos que puedan utilizarse y compararse en revisiones futuras, así se pueden observar si existen mejoras o por el contrario se necesite de un tratamiento.
Cómo elegir la talla de zapatos correcta para tu hijo
Para asegurarnos de que el calzado que elegimos para nuestros hijos es el adecuado, también debemos fijarnos en que la talla de los zapatos sea la adecuada. En el caso de los zapatos de los niños, resulta más complicado. Por ello, a continuación te damos algunas pautas que te ayudarán.
- La forma más adecuada es ver que sea un centímetro o centímetro y dos más largo que su pie, siendo un truco muy común meter el dedo por la zona del talón.
- Otro truco también indicado es sacar la plantilla del zapato (si no está pegada), colocar el pie del niño encima y ver cuánto sobra o si son muy pequeños. Hay que revisar periódicamente los zapatos para ver si siguen ajustando bien, para ello hay que fijarse en si los dedos marcan el final de plantilla, entonces ya están quedando apretados.
Pies planos y otros problemas para llevar al niño al podólogo
Ya hemos hablado de la necesidad de que llevar a los niños a la consulta de un podólogo. Y es que este especialista nos puede ayudar a detectar cuanto antes los problemas en los pies que puedan ir surgiendo. Estos son algunos de los problemas podológicos más comunes entre los niños.
1. Caminar con los pies hacia adentro
Esto es normal hasta los tres años y lo ideal es llegar a los 10-12 centímetros de abierto y que se enderecen los pies. Para el tratamiento se debe evitar que duerma boca abajo, vigilar su postura y utilizar plantillas especiales en caso de ser necesario forzar y abrir la marcha.
2. Caminar de puntillas (marcha de puntillas)
El caminar de puntillas se debe en un 95% a un problema de acortamiento de musculatura, por lo que el tratamiento consiste en estiramientos, mantener una buena hidratación y alimentación. Sin embargo, vale la pena que lo diagnostique un especialista para descartar problemas neurológicos.
3. Pies planos
Es el más común pero más grave de todos, esto es normal hasta los 7 años de edad. Se habla de gravedad dependiendo del tipo de pies planos (flexible, semi flexible y rígido). El tratamiento se debe comenzar a los 4 años si es semi flexible y se debe operar a los 11 años si es rígido y con previo tratamiento con plantilla.
Un truco para saber si tu pequeño tiene pie plano es que sin ayuda, se levante en puntilla todo lo alto que pueda, si observas que se forma puente todo está normal (test Heel Rise). Si tiene el pie plano y se tira del dedo gordo hacia arriba y se forma puente (test de Jack) todo es normal también. Si uno sale bien y el otro mal, es un pie plano semi flexible; pero si ambos salen mal, hay que hacer radiografías pues es un pie plano rígido.
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