5 importantes cosas que un niño necesita para dormir bien
Los mejores cuentos cortos infantiles para contar a tus hijos antes de acostarse
- ¡Dulces sueños! Lo que un niño necesita para dormir bien toda la noche
- Mejores cuentos infantiles para contar antes de dormir
Los niños que duermen bien son más felices y tranquilos, mejoran su sistema inmunitario y tienen un mejor rendimiento académico. Que tu hijo duerma las horas adecuadas y tenga un sueño de calidad depende mucho del ritual previo que hagáis en el momento de acostarse. Aquí te contamos las 5 importantes cosas que un niño necesita para dormir bien.
¡Dulces sueños! Lo que un niño necesita para dormir bien toda la noche
Hay niños que duermen más y otros que duermen menos, pero en todo este proceso de conseguir que nuestros hijos descansen por la noche los padres tenemos un papel importante. Vamos a ver de qué manera puedes influir para que tu hijo tenga un sueño de calidad y aprenda a dormir de forma autónoma.
1. Sentirse seguros
En primer lugar, es importantísimo que los niños se sientan seguros a la hora de quedarse solos en la intimidad de su habitación. Muchos niños tienen miedo a la oscuridad, a la soledad o a las pesadillas. No caigáis en el error de quedarte en su cama hasta que se duerman porque este hábito se convertirá en una dependencia y no aprenderán a dormir de forma independiente. Lo ideal es que te despidas de ellos cariñosamente, que le des un abrazo para que se sienta acompañado y que se duerman sin tu presencia.
Para lograr un ambiente seguro para el niño, debes comprobar que la temperatura es la adecuada y bajar la intensidad de las luces de la habitación. Si solo tienes una lámpara es bueno que pongas puntos secundarios de iluminación tenue y acogedora. Además, el silencio es fundamental (elimina el ruido que les pueda desvelar) y evita llenar la cama de peluches y juguetes.
2. Estar cómodos
A la hora de meterse en la cama, todos los detalles son importantes: unas sábanas limpias con olor a suavizante, un pijama sin costuras y de un tejido que no les dé demasiado calor ni pasen frío, una almohada adecuada, ni blanda ni dura y con un ancho que supere el de sus hombros...
Adicionalmente puedes aromatizar la habitación con algún spray con olor a lavanda que calma y ayuda a relajar los músculos y a conciliar el sueño. Hay niños que prefieren que entre luz por la mañana a través de la ventana y otros que prefieren que la persiana esté cerrada a cal y canto. ¡Pregúntale cómo quiere que la dejes!
3. Llevar horarios y rutinas
Lo conveniente es que nuestros hijos se vayan a la cama todos los días a la misma hora. Este hábito les ayudará a crear una rutina de sueño. Por ejemplo, primero que se laven los dientes, que hablemos un rato de qué ha sido lo mejor y lo peor del día, que les leamos un cuento para finalmente dejarles solos para que se duerman. Ten en cuenta que los niños deben dormir al menos once horas hasta los cinco años y de nueve a diez horas de cinco a 14 años.
4. Realizar actividad física por el día
Para que los niños duerman bien es fundamental que durante el día hayan realizado algún tipo de actividad física para gastar su energía. Las clases extraescolares que fomenten el deporte como el fútbol, baile, baloncesto, artes marciales o natación, son ideales para que estén relajados por la noche.
Es bueno también que salgáis a dar un paseo por las tardes o que jueguen en el parque con otros niños porque así sintetizan la vitamina D, se mueven y se relacionan con otros niños. Pero ten en cuenta que a partir de una cierta hora de la tarde es mejor que vayan relajándose y que no se alteren con ejercicio físico.
5. Reducir el tiempo usando pantallas
No permitas que tus hijos usen móviles, tabletas o vean televisión justo antes de dormir. Está demostrado que la luz azul que proyectan estos aparatos inhibe la producción de melatonina, la hormona que les ayuda a relajarse. Además, puede interferir en su crecimiento y puede provocarles problemas de visión.
Aparte de los dispositivos, los contenidos también afectan a la calidad del sueño. Las películas de acción o los videojuegos de guerra pueden crearles ansiedad o provocarles pesadillas. ¡Y cuidado! Muchos niños están hablando a través de las redes sociales o de la mensajería instantánea con sus amigos a altas horas de la madrugada y tienen riesgo de convertirse en niños insomnes.
Mejores cuentos infantiles para contar antes de dormir
Contar un cuento a tus hijos mientras están en el cama con el pijama puesto es una manera estupenda para que se relajen y vayan cogiendo el sueño, y si se trata de cuentos que además les ayudan a crecer y vencer sus miedos, ¡doble razón para contarlos! Además, estarás fomentando el hábito por la lectura y estimularás su imaginación.
- Adiós, chupete, adiós
Simón no quería dejar el chupete, pero Teo, su hermano, logró convencerlo. Le contó que cuando él era pequeño escuchó hablar sobre el Duende de los Chupetes. Si venía a tu casa y encontraba un chupete bajo la almohada, con su magia, le otorgaba al niño un gran poder. Teo entregó su chupete al Duende y empezó a correr más rápido, así que Simón, siguiendo el ejemplo de su hermano, esa noche puso su chupete bajo la almohada para ser un gran jugador de fútbol. ¡Al día siguiente marcó tres goles que le dieron la ventaja a su equipo!
- El pequeño Gatofú. Cuento para niños que no quieren bañarse
Gatofú no quería bañarse y de ser un precioso gato blanco pasó a ser gris y a olor mal. Un día se encontró con el gato Ezequiel que no le conoció por lo sucio que iba. Fue entonces cuando Gatofú reflexionó y pensó que debería bañarse para recuperar su porte original.
- Ana y el club de los ratoncillos. Cuento para cepillarse los dientes
Ana no se quería lavar los dientes porque no entendía por qué había que cepillarlos si no tenían pelo. Por ello su madre ideó una excursión al Club de los Ratoncillos. Allí le esperaban sus amigos armados con coloridos cepillos de dientes. Y con una dentista con cuerpo de ratón y cabeza de hada descubrió que la boca siempre estaba más fresquita si se lavaba la boca, que los sábados podría comer alguna golosina si se cepillaba los dientes, que las canciones sonaban más bonitas si las cantaba tras dejar su dentadura reluciente, y lo más importante, que nunca le crecería pelo en los dientes por cepillárselos. Ana, al fin, ya estaba preparada para empezar a cepillarse los dientes.
- Nacho duerme solo. Cuento corto para dormir a los niños en su cuarto
Nacho no quería dormir solo porque decía que veía un monstruo. Su madre le dijo que cuando eso le pasará, pensará en cosas bonitas que había hecho o que le gustaría hacer: jugar con Alex y Macarena, ir al parque, pasar un día en la playa, vestir a tu muñeca... ¡todo lo pudiera imaginar! Y es que, según le explicó su mamá, si su cabeza estaba pensando en cosas bonitas y divertidas, el monstruo no podría meterse en sus sueños.
- Una sorpresa para Quique. Cuento corto sobre la ilusión de los niños
La tía de Quique le trajo un regalo especial a su sobrino. Era una hucha, pero estaba vacía. La tía le propuso a Quique que la hucha podía convertirse en una caja del tiempo. Le dijo que escribiera una carta y que ella escribiría otra y las meterían, a la vez, en la caja pero que no podrían abrir la hucha hasta que Quique tuviera dieciocho años. Así lo hicieron y a los dos les brillaban los ojos cuando se miraron pensando en el futuro.
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