Los niños que se despiertan por la noche son más inteligentes, según un estudio

Observo a mis hijas de 8 y 4 años y las veo niñas curiosas, con interés por conocer nuevas cosas y, no por amor de madre, bastante brillantes. Quizás estas características suyas tengan algo que ver con el reciente estudio publicado por Peter Fleming, de la Universidad de Bristol (Reino Unido), que dice que los niños que se despiertan por las noches son más inteligentes. Nunca está de más saberlo y me alegro por ello, pero quizás si me lo hubiesen comentado antes, mis interminables noches en vela hubiesen sido menos dramáticas, ya que pensaría que algo no iba tan mal y que respondía a un beneficio. 

Los niños inteligentes necesitan pocas horas de sueño

Cuando te conviertes en madre vives situaciones que te ponen al límite. Yo me di cuenta de que podía estar sin comer días, pero sin dormir, ¡esto me hace estar irritable en cualquier situación! Y es que el ser humano necesita caer en las manos de Morfeo para olvidarse un poco del mundo y recargar pilas. 

Todo el mundo te dice que esto va a mejor y que según pasen los días, semanas y meses, el niño se irá acostumbrando a su nuevo entorno (con lo que bien que estaba él en la tripa de mamá, ¡normal que no quisiera salir y no se acople a tantos estímulos externos!), pero... ¿cuándo llega ese momento?

Aún me visualizo buscando en internet tablas del sueño infantil en las que me aseguraban que cuando alcanzase los tres meses, mi gordita podría llegar a dormir del tirón 8 horas. ¡Y ese día llegó! Cumplió su primer trimestre de vida, pero las 8 horas de sueños seguidas se redujeron a 2 horas con los ojos cerrados + otra mamando + otra llorando + 2 horas en las que ya no sabía si cambiar el pañal, sacar los gases o salir a ver amanecer!

Ahora resulta que este ansiado deseo se transforma en un premio para los padres y para tu pequeño porque los convierte en personas más inteligentes. Según el doctor Fleming, especializado en salud y desarrollo infantil, 'los bebés que no duermen toda la noche o aquellos que se despiertan con frecuencia tienen unos niveles más altos de inteligencia y gozan de una mejor salud mental'.

Fleming asegura que la idea de que los bebés deben dormir sin interrupción es un concepto de la maternidad moderna ya que según la evolución, lo más natural es que despierten a menudo. Seguramente esto es algo que los recién estrenados padres no quieren escuchar, pero si vamos un paso más allá y confiamos en lo que nos dice este experto y la ciencia, ¡quizás no es tan malo! 

Hasta que regulan su ciclo de sueño, los bebés van a estar más dormidos por el día, mientras que a partir de las seis de la tarde comienzan a estar más activos. Esto responde a los comportamientos que tenían dentro del útero materno. Con el movimiento que la madre tenía por la mañana, los bebés se dormían, y cuando la mujer estaba en casa relajada es cuando para ellos 'comenzaba la fiesta'. Por otro lado, no podemos olvidarnos de que existe lo que se conoce como 'la hora bruja', ese momento al final del día y antes de irse a acostar en el que los pequeños están más activos, algo que responde a 'estrés' y 'cansancio' de toda la jornada y que provocará que, en ocasiones, tengan dificultades para conciliar el sueño. 

Seis años tienen que pasar para que las madres primerizas vuelvan a dormir bien 

Y como en esto del sueño se han hecho muchos estudios, aquí te voy a hablar de uno que, aunque parezca sorprendente, es totalmente cierto. Cuando tienes un bebé, tu higiene del sueño varía. ¿Te has parado a pensar cuántas veces te despiertas en una noche por diferentes motivos? Darle el pecho, ofrecerle el biberón, cambiarle el pañal, comprobar si respira, tomarle la temperatura, comprobar que no se ha desarropado... y así un sinfín de situaciones que afectan a un sueño continuado y plácido.

Repetirás estos comportamientos dos, tres, cuatro, cinco años o, quizás toda la vida, porque siempre habrá algo que te mantenga en estado de alerta. Por si puede ayudarte de algo, según un estudio llevado a cabo por la Oxford University Press en nombre de la Sociedad de Investigación del Sueño, se habla de que el sueño de los padres puede tardar hasta seis años en volver a recuperarse por completo.

Y, claro, de este informe también se ha podido extraer otro dato bastante curioso: mientras que las mujeres experimentan una reducción del sueño de 62 minutos cada noche, la de los hombres es solo de 13 minutos. Esta circunstancia se asocia con el hecho de que las mujeres optan por la lactancia materna, aunque cuando la abandonan, la tendencia no se invierte. Las madres duermen 20 minutos menos cada noche y ellos 15 minutos. 

Consecuencias de la falta de sueño en los padres

Sin dormir lo suficiente, los padres podemos sentirnos estresados, ansiosos e irritables. Y, por supuesto, la falta de sueño puede tener un efecto en otros aspectos de nuestras vidas:

- Además de afectar las relaciones entre parejas, puede tener consecuencias para vuestras vidas sociales y llegar a distanciaros de esos amigos con los que compartíais hasta ahora tantos buenos momentos, ya sea porque ellos aún no han aumentado la familia o porque estáis cansados y no encontráis tiempo ni ganas para veros.

- También puede repercutir en la alimentación (se come poco o por exceso). Al estar agotados, no se encuentra el momento para preparar saludables platos caseros y se recurre a la comida ultraprocesada.

¿Cómo pueden los nuevos padres mejorar su sueño? Pasos simples como evitar los medios y los dispositivos electrónicos 30 minutos antes de acostarse, establecer una hora regular para acostarse e, incluso, tomar siestas durante todo el día pueden ayudar a aliviar los efectos de la falta de sueño.

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