¿Cómo identificar que un niño ya no tiene ganas de seguir viviendo?
Conoce los signos que indican que un pequeño tiene pensamientos suicidas - ¿Qué puedes hacer?
- Signos que indican que un pequeño tiene pensamientos suicidas - ¿Qué hacer?
- Señales que dicen a los padres que el pequeño piensa en el suicidio
- Identifica a tiempo el digital self-harm o autolesiones online
¿Cómo identificar que un niño ya no tiene ganas de seguir viviendo? Es una pregunta complicada que toca a algunos padres hacerse, sin embargo, es un tema que debe tratarse con toda la seriedad del mundo. Conoce aquí algunas de las señales que pueden decirte cuando un niño tiene pensamientos que pueden atentar contra su propia vida, llegando al suicidio. ¿Cómo puedes actuar?
Signos que indican que un pequeño tiene pensamientos suicidas - ¿Qué hacer?
¿Sabías que existen autolesiones online? Por increíble que parezca el acceso a Internet está facilitando que los jóvenes que realizan conductas autolesivas lo puedan compartir con los demás a través de las redes sociales, se llama digital self-harm. Quizás te preguntes, ¿qué puede llevar a un adolescente a provocarse un daño físico o a humillarse y luego publicarlo en Internet?
Aunque resulte difícil de creer, buscan alivio, sentirse comprendidos o expresar un malestar. Por lo tanto, la pregunta que también nos podemos hacer es, ¿por qué no buscan eso mismo en los adultos de su entorno? O ¿por qué no nos están eligiendo para mitigar su sufrimiento? Me incluyo también como madre de hijos adolescentes y orientadora que está en contacto con padres y madres que desean aprender a acompañar emocionalmente a sus hijos.
Sabemos que los jóvenes que se autolesionan no se quieren morir, pero sí dejar de sufrir, cuando un niño expresa reiteradamente que no quiere ir al colegio o que le duele el estómago, nos está enviando señales evidentes de que acudir al colegio por alguna razón le está generando malestar y su cuerpo le quiere ayudar a soportarlo somatizando todo ese sufrimiento.
Aunque no haya síntomas físicos, los niños nunca mienten, nos cuentan a su manera lo mal que lo pasan y las dificultades que están teniendo para darle la vuelta a la situación. ¿Cómo podemos identificar las señales de que un niño no quiere seguir viviendo? El sufrimiento generalmente genera somatización, síntomas físicos que expresan lo que los adolescentes no siempre pueden decir con palabras.
Señales que dicen a los padres que el pequeño piensa en el suicidio
Debido a lo anterior, es que necesitamos observar más, preguntar menos '¿qué tal?', porque las experiencias dolorosas son muy difíciles de narrar y estar pendientes a los cambios de humor, de comportamiento, incluso de gustos. ¿El lunes llevó sus zapatillas nuevas a estrenar al colegio y el martes ya no se las quiere poner?
¿No es raro que en un día le hayan dejado de gustar? ¿Es posible que alguien le haya hecho un comentario despectivo y ya no quiera llamar la atención con ellas? Este es un simple ejemplo de situaciones habituales, aparentemente inofensivas e insignificantes.
Sin embargo, hacen que mentes inmaduras en desarrollo entren en indefensión, se frene el desarrollo de su autoestima y se lleguen a plantear la autolesión como una manera de rebajar la ansiedad o liberarse de emociones negativas. Y si no tiene ganas de seguir viviendo, ¿se va a suicidar?
Son dos realidades distintas, el adolescente que se autolesiona busca sentir, aunque sea dolor y el que opta por lo segundo, quiere dejar de sentir sufrimiento dejando de vivir. Aun así, la evidencia nos dice que los adolescentes con historia previa de autolesiones tienen mayor riesgo de suicidio entre otras razones porque se habitúan al dolor o se desensibilizan del miedo a morir.
Identifica a tiempo el digital self-harm o autolesiones online
Las autolesiones no son simples llamadas de atención y los datos nos dicen que en 2021 el suicidio fue la primera causa de muerte por causas no naturales entre jóvenes de 15 a 19 años en España. ¿Qué podemos hacer? No es fácil la respuesta porque la conducta suicida es compleja, se asocia a factores de riesgo y a múltiples causas interrelacionadas de tipo biopsicosocial, por eso lo importante es que seamos conscientes del sufrimiento cuando lo manifiestan abiertamente con frases como 'no quiero ir al colegio'.
También hay que poner atención cuando nos lo digan indirectamente, por medio de síntomas físicos, como:
- Cambios de humor o gustos.
- Irritabilidad.
- Comportamientos más agresivos.
Cuando no reconoces a tu hijo, sientes que te lo han cambiado y tienes la sensación de que algo no va bien, no esperes a que te lo cuenten claramente, si están viviendo una experiencia dolorosa hablar de ello no será fácil, pero ocultarlo será imposible. El cuerpo siempre manda señales de humo porque cuando algo arde en su interior no se puede ocultar.
Por alguna razón, el niño o adolescente no está teniendo capacidad para hacerle frente o no está recibiendo la ayuda que necesita para resolverlo, tus hijos deben saber que, aunque no tengas la respuesta que necesita o tardes en dar con la ayuda idónea, no pararás hasta encontrarla. A veces sentir que no están solos, que sabemos que están sufriendo y que pueden contar con nosotros ayuda a relativizar los problemas, fortalecerse internamente y romper con la barrera del silencio.
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Bibliografía
- Mosquera, L. (2016) Conducta suicida en la infancia: Una revisión crítica. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes, Vol. 3. No. 1, Universidad Miguel Hernández, Departamento de Psicología de la Salud (ed.), España, pp. 9-18 Disponible en https://revistapcna.com/sites/default/files/mosquera_2016_revision_critica_conducta_suicida.pdf