Caperucita Roja. Cuentos tradicionales con actividades para niños curiosos

Caperucita Roja es uno de esos cuentos tradicionales que nos acompañaron en nuestra infancia y que ahora hacen reflexionar a nuestros hijos. Si bien es verdad que la versión clásica del cuento nos resulta un tanto escandalizadora, envejecida y violenta, sigue transmitiendo ciertos valores y lecciones importantes como el cuidado a las personas mayores o la desconfianza de los extraños. A continuación te proponemos compartir con los niños una versión corta del cuento tradicional de Caperucita Roja, que hemos acompañado con algunos juegos y actividades de comprensión lectora.

Cuento de Caperucita Roja en versión corta para niños

En un bosque muy lejos de aquí, vivía una alegre y bonita niña a la que todos querían mucho. Para su cumpleaños, su mamá le preparó una gran fiesta. Con sus amigos, la niña jugó, bailó, sopló las velitas, comió tarta y caramelos. Recibió un montón de regalos; pero su abuela tenía la sorpresa más especial: le regaló una capa roja de la que la niña jamás se separó.

Todos los días, salía vestida con la caperuza. Y desde entonces, todos la llamaban de Caperucita Roja.

Un día su mamá le llamó y le dijo:

- Caperucita, mañana quiero que vayas a visitar a la abuela porque está enferma. Llévale esta cesta con frutas, pasteles y una botella de zumo de naranja.

A la mañana siguiente, Caperucita se levantó muy temprano, se puso su capa y se despidió de su mamá que le dijo:

- Hija, ten mucho cuidado. No cruces el bosque ni hables con desconocidos. Pero Caperucita no hizo caso a su mamá. Y como creía que no había peligros, decidió cruzar el bosque para llegar más pronto.

La niña siguió feliz por el camino cantando y saludando a todos los animalitos que cruzaban su camino. Pero lo que ella no sabía es que, escondido detrás de los árboles, se encontraba el lobo que la seguía y observaba. De repente, el lobo la alcanzó y le dijo:

- ¡Hola, Caperucita!
- ¡Hola, señor lobo!
- ¿A dónde vas así tan guapa y con tanta prisa?
- Voy a visitar a mi abuela, que está enferma, y a la que llevo frutas, pasteles, y una botella de zumo de naranja.
- ¿Y dónde vive su abuelita?
- Vive del otro lado del bosque. Y ahora tengo que irme sino no llegaré hoy. Adiós, señor lobo.

[Leer +: Versión para bebés del cuento de Caperucita Roja]

Cuentos tradicionales para niños - Caperucita Roja y el lobo

El lobo salió disparado; corrió todo lo que pudo hasta llegar a la casa de la abuela. Llamó a la puerta.

- ¿Quién es? - preguntó la abuelita.
- Soy yo, Caperucita - dijo el lobo, imitando la voz de la niña.

La abuela abrió la puerta y no tuvo tiempo de reaccionar. El lobo entró y se la tragó de un solo bocado. Se puso el gorrito de dormir de la abuela y se metió en la cama para esperar a Caperucita.

Después de recoger algunas flores del campo para la abuela, Caperucita finalmente llegó a la casa. Llamó a la puerta y una voz le dijo que entrara. Cuando Caperucita Roja entró y se acercó a la cama, notó que la abuela estaba muy cambiada. Y preguntó:

- Abuelita, abuelita, ¡qué ojos tan grandes tienes!

Y el lobo, imitando la voz de la abuela, contestó:

- Son para verte mejor.
- Abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes!
- Son para oírte mejor.
- Abuelita, ¡qué nariz más grande tienes!
- Son para olerte mejor.

Y ya asustada, Caperucita siguió preguntando:

- Pero abuelita, ¡qué dientes tan grandes tienes!
- ¡Son para comerte mejor!

[Leer +: Chistes del cuento de Caperucita Roja para niños]

Y el lobo, saltando sobre Caperucita, se la comió también de un bocado. El lobo, con la tripa totalmente llena, acabó durmiéndose en la cama de abuela.

Caperucita y su abuelita empezaron a dar gritos de auxilio desde dentro de la barriga del lobo. Los gritos fueron oídos por un leñador que pasaba por allí y se acercó para ver lo que pasaba.

Cuando entró en la casa y percibió todo lo que había sucedido, abrió la barriga del lobo, salvando la vida de Caperucita y de la abuela. Después, llenó piedras a la barriga del lobo y la cosió. Cuando el lobo se despertó sentía mucha sed. Y se fue a un pozo a beber agua. Pero al agacharse la tripa le pesó y el lobo acabó cayendo dentro del pozo del que jamás consiguió salir.

Y así, todos pudieron vivir libres de preocupaciones en el bosque. Y Caperucita Roja prometió a su mamá que jamás volvería a desobedecerla.

FIN

Actividades de comprensión lectora a partir del cuento

Tras leer el cuento clásico de Caperucita Roja, es necesario realizar una serie de actividades con nuestros hijos que les ayuden a trabajar la lectoescritura pero también a reflexionar de forma crítica sobre las lecciones de la historia. A continuación te proponemos algunos juegos y ejercicios que os podrían inspirar.

1. Preguntas de comprensión lectora
Las siguientes preguntas están directamente relacionadas con esta versión clásica del cuento de Caperucita Roja. Podéis volver a leer el relato cuantas veces queráis para saber responder a todas las cuestiones que siguen.

• ¿Qué le regaló la abuelita a la niña?
• ¿Por qué Caperucita Roja va a visitar a la abuela?
• ¿Qué precauciones le pide su mamá que tenga?
• ¿Con quién se encuentra en el bosque Caperucita Roja?
• ¿Qué decide hacer el lobo?
• ¿Cómo termina el cuento?

2. Cuestiones para fomentar el pensamiento crítico
Como decíamos, la clave para leer un cuento clásico con nuestros hijos es proponer un pequeño debate que ponga en duda aquellos pensamientos que consideremos anticuados. De esta forma, estaremos fomentando que nuestro hijo tenga pensamiento crítico y sepa sacar sus propias conclusiones.

• ¿Qué has aprendido con el cuento?
• ¿Qué cambiarías del cuento?
• ¿Hay alguna parte que te parezca violenta?
• ¿Cómo crees que se sentía Caperucita? ¿Y su mamá?
• ¿El lobo es malo?

3. Completa la frase

• La abuelita vivía en el _________.
• Caperucita __________ llevaba en su _________ frutas, pasteles, y una botella de zumo de naranja.
• Un _________ escuchó los gritos de la abuela y Caperucita desde dentro de la _________ del lobo.
• Caperucita Roja aprendió que ____________.

4. Escribir una carta a un personaje del cuento
Si quieres que tu hijo trabaje su escritura, ortografía, gramática y expresión, puedes proponerle que escoja uno de los personajes del cuento de Caperucita y que le escriba una carta. En esta misiva puede darle consejos, mandarle sus buenos deseos, contarle sobre su propia vida y experiencias...

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