Amigos imaginarios - Cómo puedes acompañar a tu hijo en esta etapa

Consejos para padres cuando los niños crean y viven la fantasía de tener a un amigo invisible

Fabiola Hernández Pérez, Periodista y editora
En este artículo
  1. La llegada del amigo invisible de mi hijo a nuestras vidas - ¿Cómo empezó todo?
  2. Aventuras con Gasparín - Lecciones de vida gracias a un amigo imaginario
  3. Pero ¿es malo que mi niño tenga un amigo imaginario?

Hace unos años, cuando mi hijo cumplió 5 años, ocurrió algo bastante curioso en casa: apareció un nuevo miembro en la familia. No, no era un bebé, ni un perro, ni un gato... era ¡un amigo imaginario! Sí, de esos que solo existen en la cabeza de los peques, pero que para ellos son tan reales como los juguetes esparcidos por la casa. Y, sinceramente, nunca pensé que la llegada de un amigo imaginario traería tantas situaciones graciosas y momentos entrañables. Así como me pasó a mí, te diré cómo acompañar a tu hijo en la etapa de los amigos imaginarios.

La llegada del amigo invisible de mi hijo a nuestras vidas - ¿Cómo empezó todo?

Amigos imaginarios de los niños

Bueno, pues todo comenzó un día cualquiera, mientras jugábamos la habitación de mis hijos. De repente, Daniel giró hacia la puerta y me dijo: 'Mamá, no te sientes ahí, que está Gasparín'. Obviamente, no había nadie ahí. Miré para asegurarme de que no me estaba perdiendo de algo, pero todo estaba en orden, o al menos en mi mundo. '¿Gasparín?', le pregunté, y ahí empezó todo.

Resulta que Gasparín, era el amigo imaginario de mi hijo (bien original el nombre, como la película del fantasmita amigable) quien llegó sin previo aviso, como una visita sorpresa. A partir de entonces, se convirtió en su compañero. Gasparín estaba en todas partes: jugaba con él, comía con nosotros y hasta tenía una cama imaginaria en su habitación. Según Dany, Gasparín era su mejor amigo.

Al principio sonaba bastante raro y sí, me preocupé un poco. Me preguntaba si era normal que mi hijo tuviera un amigo que no existía. ¿Debía preocuparme por su desarrollo social? Pero, después de investigar y hablar con otros padres, me di cuenta de que los amigos imaginarios son mucho más comunes de lo que parece, especialmente en niños de entre 3 y 6 años.

Es completamente normal que tu hijo tenga un amigo imaginario, ya que según los expertos, es una parte natural del desarrollo infantil y, de hecho, puede ser muy beneficioso. Los amigos invisibles suelen aparecer en niños con gran imaginación y creatividad, por lo que son una forma de que los pequeños procesen sus emociones, exploren su mundo y practiquen algunas habilidades sociales o expresar sus sentimientos.

Aventuras con Gasparín - Lecciones de vida gracias a un amigo imaginario

Lecciones de los amigos imaginarios

El mundo con Gasparín era de lo más interesante. Un día era un superhéroe, otro día era un dinosaurio, y a veces, era un astronauta. Según mi hijo, a veces Gasparín se volvía diminuto y cabía su bolsillo, mientras que otros días, Gasparín era tan grande que casi no cabía en la habitación. Para él cada día era una nueva aventura, y como madre, aunque no podía ver a Gasparín, me ajustaba a su presencia.

Una vez que estábamos en el coche, mi hijo insistía en que no cerrara la puerta porque Gasparín no había subido. 'Pero cariño, no veo a nadie', le dije. A lo que él, con toda la paciencia del mundo, me respondió: 'Mamá, ¡es que Gasparín es invisible!'. Así que ahí estaba yo, esperando a que el amigo imaginario se dignara a subirse al coche. ¡Las cosas que una hace por los hijos!

Pero, para ser franca, lo que más me sorprendió de la relación de mi hijo con Gasparín fue cómo usaba a su amigo imaginario para procesar situaciones cotidianas. En nuestro caso, a raíz de mi divorcio, mi hijo se notaba inquieto y entonces Gasparín también lo estaba. Si algo le emocionaba, Gasparín estaba emocionado también. A través de su amigo, mi hijo hablaba de sus miedos, alegrías y frustraciones.

Por ejemplo, si en la escuela había tenido un mal día, Gasparín se convertía en quien volcar esos sentimientos. Mi hijo me decía: 'Mami, Gasparín está muy triste porque los otros niños no quieren jugar con él'. Y ahí estaba el reflejo de lo que mi hijo realmente vivía. Digamos que Gasparín se convirtió en un puente que me permitía entender mejor las emociones de Dany.

Pero ¿es malo que mi niño tenga un amigo imaginario?

¿Es malo que un niño tenga amigos imaginarios?

Si te encuentras en una situación similar con tu hijo hablando sobre su nuevo amigo invisible, la verdad es que no es malo, así que lo mejor que puedes hacer es saber manejar esta etapa. Aquí, algunos consejos basados en mi experiencia:

  • Déjalo ser. No niegues la existencia del amigo imaginario porque para tu hijo, ese amigo es real y negarlo puede hacer que se sienta incomprendido. Mejor sigue la corriente y si hay que ponerle un plato a tu Gasparín en la mesa, hazlo. No pasa nada.
  • Escucha y observa. A través del amigo imaginario, tu hijo puede estar comunicándote muchas cosas acerca de sus emociones y experiencias. Escucha atentamente lo que dice y observa cómo interactúa con su amigo invisible: aprenderás más sobre tu hijo de lo que imaginas.
  • No te preocupes. Tener un amigo imaginario NO es señal de ningún problema. De hecho, es una muestra de que tu hijo tiene una gran imaginación. El amigo imaginario suele desaparecer con el tiempo y cuando tu hijo empieza a formar amistades en el mundo real.
  • Fomenta la creatividad. Un amigo imaginario es un reflejo de la creatividad de los niños. Mejor, aprovecha esta oportunidad para fomentar aún más esa imaginación con juegos, cuentos y actividades que le permitan explorar ese mundo que ha creado.

Y sí, en mi caso y como todo en la vida, el ciclo de Gasparín llegó a su fin. Un día, simplemente dejó de aparecer y cuando le pregunté a mi hijo sobre él, me dijo: 'Gasparín se fue de vacaciones, mamá', el tema es que esa fue su manera de irse de nuestras vidas. Eso sí, dejó algunos recuerdos divertidos y la certeza de que Dany tuvo compañero para navegar las emociones de la infancia.

Si algún día tu hijo te presenta a su nuevo amigo imaginario, no te alarmes. Aprovecha la oportunidad para entrar en su mundo, escuchar lo que tiene que decir y, por qué no, disfrutar de la compañía de ese pequeño amigo invisible. Al final, los amigos imaginarios son un reflejo de la magia que acompaña a la infancia, una magia que, como padres, tenemos la suerte de presenciar.

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