10 pautas para criar a niños agradecidos y dichosos en casa

Los valores son pilares fundamentales en la educación de los niños. Les ofrece una guía para crecer y madurar siguiendo una serie de principios beneficiosos para ellos y para la convivencia de todos. Los encargados de transmitir valores a los niños son los padres. Desde Guía Infantil les apoyamos en la educación basada en valores esenciales como la tolerancia, la gratitud, la perseverancia, la empatía, el esfuerzo... En este caso, te ofrecemos algunos consejos para enseñar el valor de la gratitud a los niños.

10 consejos para lograr que tu hijo sea agradecido

Agradecido, dichoso y afortunado... ¿cómo podemos conseguir que nuestros hijos se sientan así? Inculcar la gratitud en los hijos trae muchos beneficios para ellos y para su convivio familiar. Aquí tienes 10 pautas para lograr que tu hijo diga gracias:

1. Sé un ejemplo para tus hijos
Muestra más alegría y evita las quejas por todo. Los niños son como 'esponjas' que absorben todas sus emociones. Así que lo mejor es que seas agradecido (a) en casa, por tus hijos, por el trabajo, por el alimento, etc.

2. Pide a tu hijo que piense una cosa que agradecer cada día
Practica el agradecer a través de un diario de la gratitud. Pide a tu hijo que todos los días al despertar o irse a la cama, que escriba en un cuaderno algo por lo que está agradecido. Ejemplo: por la buena noche de sueño, por el desayuno, por poder ir a la escuela, por encontrarse con la abuela, por todo lo que aprende con la profesora, etc.

3. Crea conciencia en tu hijo
Agradecer es reconocer lo que se tiene, no solo lo material, pero también afectivo. Así que recuerda siempre a tu hijo de dar las gracias por la familia, por los abuelos, tíos, primos, hermanos, amigos, maestros, por la escuela, por el juego en el parque. Al agradecer tu hijo estará creando una conciencia sobre lo mucho que tiene que agradecer.

4. Pide a tu hijo que escriba una nota de agradecimiento por los regalos recibidos
Cada vez que regalen algo a tu hijo, pídele que escriba una nota para agradecer. Dar las gracias por los regalos de cumpleaños, por los de Navidad, por los inesperados y sorprendentes, etc.

5. Enseña a tu hijo a tener compasión por los menos afortunados
Compartir o donar lo que ya no usan es una forma de enseñar a los niños a valorar lo que tienen. Enseña a tus hijos a enviar buenos mensajes donando algo que ya no utiliza.

Valores que enseñan a los niños a dar las gracias

6. Promueve momentos de sonrisas con tu hijo
Sonreír, estar alegre también es una forma de agradecer. Fomenta las risas en casa, a través de juegos, de canciones, chistes, de cuentos divertidos.

7. Enseña a tu hijo a ayudar a los demás
Enseña a tu hijo que los gestos generosos nos hacen sentir gratos también. La gratitud ha mostrado tener efectos positivos en las relaciones cuando las personas se toman el tiempo de decir 'gracias' a los demás. Así que conseguir hacer el otro feliz es un acto de gratitud.

8. Motiva una actitud positiva en tu hijo
Lo apreciará y se sentirá compensado. Tener una actitud agradecida puede sonar como un cliché, pero en estos tiempos sin precedentes, la gratitud podría ser una herramienta para mantener una actitud positiva.

9. Enseña a tu hijo a compartir
Muéstrale que dar es recibir. Que cuanto más dedicas algo a alguien, más satisfacción sentirá. El compartir un juego, un momento, una charla, una película o lo que sea con otra persona, nos hace sentir gratos.

10. Enséñale a decir siempre la palabra mágica: ¡Gracias!
Para enseñar a los niños a decir gracias es muy importante porque demuestra a las personas con las que interactuamos que las respetamos y apreciamos. Se necesita mucha práctica, paciencia y persistencia para hacer que esta palabra sea algo natural para los niños. A la larga vale la pena.

Cuentos infantiles que tratan y hablan de la gratitud

Generoso - Cuento corto para motivar a los niños a que sean agradecidos

Este es un bonito cuento que habla sobretodo sobre las ventajas de ser agradecido, bondadoso y generoso. Un cuento de la escritora Marisa Alonso Santamaría, sobre lo altruista que era Generoso, un vecino del pueblo que cuidaba, asistía, participaba y prestaba su ayuda a todos del lugar. Y a cambio, se sentía el hombre más feliz del mundo. Descubre el por qué leyendo este bonito y corto cuento de Generoso, a tus hijos.

Generoso, haciendo honor a su nombre, era el hombre más generoso, agradecido, compasivo, considerado, comprometido y desprendido del pueblo. Si algún vecino necesitaba algo, Generoso le proporcionaba su ayuda rápidamente, incluso antes de que el interesado la pidiera, y nunca esperaba nada a cambio. Era feliz viendo felices a los demás.

Generoso era una persona altruista por naturaleza. Todos le conocían por su honestidad, amabilidad, empatía y bondad. Generoso cuidaba de tres perritos y dos gatos. Les daba de comer, beber, les cepillaba el cuerpo y jugaba con ellos siempre que podía. ¡Y era feliz!

Todos los días visitaba a su vecina, María. Como era mayor y estaba delicada de salud siempre estaba pendiente de ella. Además, Generoso se encargaba de regar, cortar y abonar las plantas de la casa, haciendo que luciera precioso. ¡Y era feliz!

Generoso hablaba y jugaba con los niños, les contaba cuentos y siempre llevaba algún caramelo para endulzarles el día. ¡Y era feliz!

Generoso participaba en todo para que su pueblo estuviera bonito y limpio. ¡Y era feliz!

Y cuánto más ayuda prestaba a los demás, más feliz era.

En el pueblo todos estaban muy felices teniendo a Generoso de vecino. Todos sabían que Generoso era una buena persona, y era feliz.

(Edición del vídeo: Lola Doménech)

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