Acoso escolar o bullying - Perfil del agresor y de la víctima

El acoso escolar o maltrato por abuso de poder es una relación entre escolares u otros iguales, en la que un niño intenta hacerle daño a otro niño en repetidas veces, con humillaciones, intimidaciones, agresión física, verbal y emocional. El bullying suele establecerse en una estructura desigual en la que uno está en una posición de ventaja o de más poder y el otro está en una situación más vulnerable y en una posición de desventaja. Pero, ¿quiénes son el agresor y la víctima del bullying? ¿Y por qué ocurre el acoso escolar?

Cómo se puede definir el agresor y la víctima de un bullying

En ese vídeo, Guía Infantil ha entrevistado a Cristina del Barrio, profesora de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid. Ella nos aclara la definición del acoso escolar también conocido como bullying, como también cuál suele ser el perfil del agresor y de la víctima.

El maltrato por abuso de poder o bullying se puede manifestar de distintas maneras. Son muy comunes los insultos, las burlas, actitudes humillantes, agresiones continuas... así como otras manifestaciones más sutiles, no menos dañinas, cuando sistemáticamente no se deja participar el compañero, se le ignora, se le aparta de los demás con la intención de maltratarle y hacerle sentir marginado de sus compañeros.

Señales de que un niño podría ser el acosador en un bullying

A los autores del bullying suele atribuírseles un carácter agresivo, impulsivo; una incapacidad para pensar en
lo que siente su víctima y cierta cota de popularidad en un grupo reducido de compañeros, siendo rechazados por otros y por el profesorado. El bullying no es una acción impulsiva, sino intencionada y planificada con cuidado haciendo partícipe a un grupo y anticipando la humillación que el compañero sentiría.

Se ha demostrado que los agresores suelen tener conocimiento de las emociones vividas por su víctimas. Si preguntas a chicos de 9 a 15 años qué emociones atribuyen a unos y otros, así los diferencian:

- Los agresores: no muestran compasión o empatía emocional, les falta conmoverse con el que pasa con el otro, sentir al unísono. Son indiferentes y se sienten orgullosos de lo que están haciendo.

- Las víctimas: por lo general son personas tristes, tímidas y solas.

El perfil de un niño agresor en un caso de acoso escolar

En ocasiones, estos 'líderes' negativos son individuos inteligentes y muy hábiles a la hora de manipular no reduciéndose su popularidad tan sólo a un grupo reducido de compañeros. Parte del profesorado puede generalizar el prestigio que tengan estos chicos en diversos campos a su vida social, y perdona o minimiza lo que no debería tolerar.

En resumen, el acosador puede presentar las siguientes conductas:

1. Presentan agresividad
   Suelen ser dominantes o agresivos con hermanos o con otros niños, no aceptan que le contradigan.
2. Suele inculpar a otros de sus errores
   Es decir, no asumen responsabilidad por sus acciones y culpan frecuentemente a otros por ellas.
3. Se apoderan de objetos que no le pertenece
   Suelen tomar cosas de los niños que acosa.
4. Utiliza lenguaje despectivo con otros niños
   Suelen usar un lenguaje ofensivo o burlarse de otros niños con frecuencia.
5. Posee una necesidad de demostrar poder
   Siente necesidad de ser el líder, el que manda en los juegos y en equipos.
6. Disfruta humillando a otros niños
   Suelen siempre intimidar a sus compañeros del colegio, también a sus hermanos y otros niños.

Cómo saber si un niño está siendo acosado o es víctima de bullying

El estudio 'Maltrato por abuso de poder entre escolares,¿de qué estamos hablando?', realizado por un equipo de psicólogos, profesores en la Universidad Autónoma de Madrid, revela que la víctima de un bullying suele ser elegida por:

• Mostrar vulnerabilidad
• No tener apoyo ni pertenecer a un grupo
• Se encuentra en la periferia del grupo
• Tiene pocos amigos
• Suele ir siempre solo
• Muestra una actitud de sumisión a otros niños
• Tiene una conducta introvertida
• Es tímido y vergonzoso

Señales que puede presentar un niño acosado en el colegio

Señales de que un niño podría estar siendo acosado o víctima de abuso por compañeros del colegio:

1. Puede presentar cambios drásticos de conducta
   El comportamiento del niño cambia. El niño podría empezar a mostrarse reacio a ir a la escuela o a participar en actividades que antes disfrutaba.
2. Puede presentar heridas, golpes, daños físicos inexplicados
   Moratones, signos de contusiones, rasguños o ropa rota pueden ser signos de confrontaciones físicas en la escuela.
3. Puede presentar problemas de sueño
   El niño empieza a tener problemas para dormir, además de pesadillas, insomnio o hablar en sueños más frecuentemente. O incluso a tener miedo de estar en la oscuridad.
4. Puede presentar exceso o falta de apetito
   El niño empieza a tener problemas en su alimentación. Pierde el apetito o come en exceso cuando regresa de la escuela.
5. Puede presentar crisis de ansiedad
   El niño muestra signos de angustia emocional como llantos, retraimientos, irritabilidades, o síntomas de ansiedad y depresión.

Los testigos del bullying son cómplices del acosador

Los que asisten, permiten, se callan, no denuncian y no hacen nada para impedir un bullying también es partícipe de ello. Aunque no participen directamente en las agresiones hacia la víctima, se portan como si fueran cómplices de ello. Cómo dice el entrenador de baloncesto Phill Jackson, 'la fuerza de la manada está en el lobo y la fuerza del lobo está en la manada'. Si la manada se retira, el lobo pierde su fuerza.

Los testigos de maltrato en un grupo escolar están marginalmente implicados, no hacen nada para pararlo o llegan a apoyarlo de modo activo, animando a que la intimidación siga adelante, e incluso grabando para luego compartirlo en las redes sociales y entre los amigos.

Lo terrible del acoso escolar es que, a pesar de sentirse incómodos y muchas veces en desacuerdo con lo que está ocurriendo, muchos testigos no hacen nada para impedirlo por la presión del grupo de iguales. Distintos estudios han demostrado cómo las reglas no explícitas de funcionamiento del grupo y los valores que imperan, son determinantes en la calidad de sus relaciones y nivel de conflictos.

Un caso de bullying puede flaquear si la dinámica de los testigos cambia. Cuando dejan de ser pasivos y contempladores y pasan a intervenir. Los testigos activos dejan de asentir o animar a los agresores y muestran su rechazo a la conducta. Entonces quien lo lleva a cabo ya no tendrá poder sobre el grupo ni sobre la víctima. Un cambio de dinámica significa por tanto que los individuos no están atrapados en su papel y que toda la base de poder en la que descansa el maltrato se tambalea y flaquea.

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