Obesidad en niños. Causas, consecuencias y tratamiento de esta pandemia

Para muchas familias tener un niño gordito, mofletudo, con la carne llena de pliegues es sinónimo de buena salud, de que el pequeño es de buen comer y está bien alimentado. Sin embargo, la recomendación de los pediatras es justo la contraria: el sobrepeso y la obesidad infantil no son signos de buena salud. ¿Cuáles son las causas, las consecuencias y el tratamiento de la obesidad en niños, así como bebés y adolescentes?

La Organización Mundial de la Salud considera a la obesidad infantil como la pandemia del siglo XXI. Las consecuencias tanto físicas como emocionales son muy negativas para el niño, por ello desde Guiainfantil.com te ayudamos a conocer y combatir el sobrepeso en la infancia.

¿Cuándo se considera que un niño tiene obesidad o sobrepeso?

Se habla de sobrepeso cuando hay una excesiva acumulación de grasa en el organismo, es decir, cuando el peso del niño supera el 20 por ciento del que sería su peso ideal para su estatura y edad.

La obesidad se considera una enfermedad grave y crónica que se diferencia del sobrepeso porque se produce dos desviaciones típicas por encima de la mediana establecida según los patrones de crecimiento infantil marcados por la Organización Mundial de la Salud.

Si crees que tu hijo o hija podría tener sobrepeso u obesidad, no dudes en consultárselo al pediatra en vuestra próxima consulta.

¿Cuáles son las causas de la obesidad infantil de nuestros hijos?

La obesidad es un problema de salud que cada vez es más frecuente en la infancia y que tiene principalmente dos causas diferenciadas:

- Los hábitos alimenticios en los que prima una gran cantidad de alimentos con alto contenido en azúcares, grasas y procesados en detrimento de otros alimentos más saludables como pueden ser las carnes magras, los pescados, las verduras, las legumbres, los lácteos y las frutas de temporada. Las personas que presentan sobrepeso u obesidad siguen una dieta en la que los principales grupos de alimentos como los que acabamos de nombrar (y que son ricos en nutrientes y vitaminas esenciales) escasean.

- Las nuevas formas de vida sedentarias en niños es otra de las causas de esta patología. Muchos niños y adolescentes pasan muchas horas seguidas sentados, muchas de ellas frente a alguna tecnología, dejando muy poco o nada de tiempo para otras actividades al aire libre tan beneficiosas para su desarrollo físico y mental como pueden ser dar un paseo en familia, practicar algún deporte de su agrado o jugar en el parque con otros niños y niñas.

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Desde etapas preconcepcionales intervienen factores que influyen en la presencia de obesidad infantil del futuro bebé. En los últimos años se ha venido estudiando con mucho énfasis los factores genéticos e intrauterinos que han demostrado ser importantes en la obesidad infantil.

Las consecuencias de una mala alimentación en los niños

El sobrepeso, que los niños estén rollizos, no es síntoma de que estén bien alimentados. Tampoco van a perder esa grasa cuando den un estirón o según vayan creciendo si los hábitos alimenticios y el estilo de vida en general no se cambian. En relación con la obesidad, los problemas de salud y autoestima más frecuentes son:

- Problemas con los huesos y articulaciones.

- Hipertensión y problemas cardiovasculares.

- Enfermedades metbólicas como alteración del colesterol y diabetes tipo 2. También puede darse hígado graso.

- Alteraciones para conciliar el sueño.

- Dificultades para practicar algún deporte o hacer ejercicio físico. El volumen, la falta de agilidad y el cansancio que conlleva hace que desistan de realizar este tipo de actividades.

- Les suele costar respirar y también se cansan mucho antes, aunque la actividad que estén llevando a cabo requiera de poco esfuerzo.

- En concreto, las niñas que tienen sobrepeso pueden presentan un desarrollo hormonal precoz entrando antes en la pubertad.

- Por otro lado, los niños y niñas son un peso excesivo suelen tener peores habilidades sociales, así como una baja autoestima y complejos corporales.

Tratamiento y prevención de la obesidad infantil - Buenos hábitos

Tres son los factores clave que van a condicionar que nuestros hijos estén sanos y tengan el peso que les corresponde para su edad y talla. Además, tener en cuenta estas recomendaciones ayudará a que en su vida adulta también tengan un estilo de vida lo más saludable posible, alejado de la obesidad.

1. La realización de actividades físicas
Hacer ejercicio físico o deporte al aire libre y no dejarlo relegado solo para las clases de educación física es otra forma ideal de estar en forma y de desarrollar nuestra mente. Ayuda a tus hijos a saber qué les gusta, ¿salir a caminar con mamá y papá? ¿Hacer una sencilla ruta en bicicleta? Cuando se aficione a alguna de estas actividades, ¡ya no la querrá dejar! Cualquier tipo de actividad que les aleje del sendentarismo, será beneficioso de cara a prevenir la obesidad.

2. La educación nutricional
Pararnos a pensar en los hábitos alimenticios es básico y clave en la educación nutricional de nuestros hijos. ¿Tomamos suficiente verdura al día? ¿En verdad dejamos los caprichos para solo de vez en cuando? ¿Nos sentamos a la mesa con nuestros hijos para que copien nuestro ejemplo?

3. La reeducación en las conductas de la familia y del niño
El apoyo y el estímulo de la familia son esenciales para que el niño aprenda a autocontrolarse, sin embargo, esto no será posible si los padres y la familia no actúan como ejemplo. Como también lo es reducir el tiempo que pasa sentado. Para el niño, el hecho de recibir mensajes positivos reforzará su autoestima y hará que sienta más seguro de sí mismo. Todo ello es esencial para luchar contra la obesidad infantil.

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