Signos de miopía más frecuentes en niños y cómo puedes identificarlos

La miopía es un problema visual cada vez más común en los niños, pero a veces pasa desapercibido hasta que afecta su rendimiento escolar. Aquí, los signos de miopía más frecuentes en niños y cómo puedes identificarlos a tiempo. Desde entrecerrar los ojos hasta acercarse demasiado a las pantallas o presentar dificultades en la lectura, te decimos cómo reconocer estos signos y cuándo es necesario acudir a un especialista que cuide la salud visual de tu hijo.

Miopía infantil - Signos comunes para detectar este problema visual

La miopía es un defecto refractivo, es decir, un problema de visión que se corrige con gafas. En concreto, se trata de una condición en la que el ojo tiene serias dificultades para ver de lejos. Cuando un niño comienza a desarrollar miopía, lo primero que suelen notar las familias es que el pequeño necesita entrecerrar los ojos para poder enfocar mejor los objetos lejanos.

Un signo muy común de miopía es precisamente el gesto de entrecerrar los ojos al mirar algo en la distancia. En muchas ocasiones, son los profesores quienes detectan este problema antes que los propios padres. En el aula, los docentes pueden notar que, mientras algunos niños ven la pizarra sin dificultad, otros tienen que acercarse o entrecerrar los ojos para enfocar mejor.

Otro síntoma frecuente es la necesidad de acercarse mucho a la televisión en casa. Antes, el niño veía las películas desde el sofá, pero ahora los padres observan que tiende a sentarse muy cerca del televisor. Además, en el entorno escolar, la miopía puede manifestarse como una falta de atención en actividades que requieren visión lejana, ya sea dentro del aula o al hacer ejercicio.

Los niños más pequeños, al no poder ver con claridad, pueden perder el interés en lo que están haciendo y distraerse fácilmente. Por ello, si un niño muestra algunas dificultades para concentrarse en clase o presenta cierto retraso en el aprendizaje, es fundamental descartar que no esté padeciendo una miopía no diagnosticada detrás de este comportamiento.

¿Por qué se desarrolla la miopía en los niños? Causas más frecuentes

La miopía está influenciada por varios factores, tanto genéticos como ambientales. Si uno o ambos padres tienen miopía, es probable que los hijos también la desarrollen. Sin embargo, en las últimas décadas, los casos de miopía han aumentado en la población infantil, lo que indica que los hábitos y el estilo de vida sí que desempeñan un papel clave en su desarrollo.

Uno de los principales factores que contribuyen al aumento de la miopía en niños es la exposición prolongada a pantallas y dispositivos electrónicos. Como los niños pasan horas al día mirando móviles, tabletas, computadoras y televisores, lo que hace que los ojos trabajen en distancias cortas constantemente y se acostumbren a no enfocar de lejos.

Además, hay otros síntomas que alertan a los padres sobre la posibilidad de que el niño tenga miopía:

• Dolores de cabeza frecuentes. Cuando un niño hace un gran esfuerzo para ver los objetos lejanos, puede desarrollar tensión ocular, lo que se traduce en cefaleas recurrentes.
• Frotarse los ojos constantemente. Este gesto se debe a la fatiga visual que produce la miopía.
• Evitar actividades que requieran visión lejana. Algunos niños con miopía se rehúsan a participar en juegos o deportes porque les cuesta ver.
• Dificultad para leer la pizarra. Lo notamos cuando un niño comienza a copiar mal lo que está escrito en la pizarra o pide sentarse más adelante en el aula.

El diagnóstico de la miopía en niños debe ser realizado por un oftalmólogo pediatra o un optometrista. Es recomendable que los pequeños se sometan a revisiones oculares periódicas a partir de los tres años, o un poco antes si los padres o profesores notan signos de dificultad visual. En la consulta, el especialista realizará pruebas para medir la agudeza visual del niño y saber si necesita gafas.

Tratamientos y medidas para frenar la progresión de la miopía en los niños

Si un niño es diagnosticado con miopía, hay diferentes opciones para corregir y frenar su avance. El tratamiento más común es el uso de gafas con lentes graduados, sin embargo, hay otras estrategias que pueden ayudar a ralentizar la progresión de la miopía:

• Lentes de contacto especiales. Existen lentes de contacto blandas diseñadas para el control de la miopía en niños, como las lentes orto-k (ortoqueratología), que moldean la córnea en la noche para mejorar la visión en el día.
• Terapia visual. Los ejercicios visuales ayudan a mejorar la coordinación ocular y reducir la fatiga visual en los niños.
• Aumentar el tiempo al aire libre. Se recomienda que los niños pasen al menos dos horas al día al aire libre, debido a que la exposición a la luz natural ayuda a proteger sus ojos.

Consejos para prevenir o retrasar la aparición de la miopía infantil

Aunque la genética tiene un papel importante en el tema de la miopía, hay medidas que los padres pueden tomar para retrasar su aparición en los niños:

• Limitar el tiempo frente a pantallas. Los niños menores de dos años no deben utilizar dispositivos electrónicos y los mayores deben tener un tiempo limitado de exposición a pantallas, siempre con descansos frecuentes.
• Garantizar una buena iluminación en los espacios de estudio. Los niños deben leer y hacer sus tareas en ambientes muy bien iluminados para evitar forzar la vista.
• Promover hábitos visuales saludables. Enseñar a los niños la regla 20-20-20 (por cada 20 minutos de trabajo en visión cercana, hay que mirar a 20 pies de distancia durante 20 segundos), lo que ayuda a reducir la fatiga ocular.

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